sábado, 23 de enero de 2021

EL RESTAURANTE DE ALPEDRETE III

 


2006-09-06 19:09:55


Amanda se encontró a la salida del restaurante con dos oficiales de policía. Sabía que la habían pillado in fraganti. El Bola no era su hijo, lo secuestró cuando tenía diez meses de edad. "Su padre" era tan bohemio que nunca estaba dónde debía estar.

Intentó poner la mejor de sus sonrisas, y como sabía sus derechos efectúo una llamada.

Como su corazón le decía lo que tenía que hacer llamó a sus antiguos vecinos, padres de sangre del pequeño El Bola, les puso en situación. Ellos vivían cerca del Hotel, en breves instantes vendrían por el niño.

Ahora estaba la parte más díficil, ¿Cómo decirle al niño que "ella" no era su mamá?

_ Manolo, no tenemos todo el tiempo del mundo. Ya has hecho bastantes fechorías. Lo mejor que te extraditemos a tu país. Estas en busca y captura.

Sin decir nada. Salió con los dos agentes. Y se marcho de aquella bella ciudad para siempre.

El Bola se quedó con la directora de la Guardería del Hotel, por primera vez en su vida grandes lagrimones caían por su gordita cara.

El resto de los niños miraban, consternados. Especialmente Dulce que le había cogido simpatía al niño.
2006-09-05 12:21:48
a.Rodrigo se mantiene sentado viéndose los tennis cuando oye la tremenda explosión y se esconde bajo la mesa: “tal vez el brujo ese regreso” piensa para si mismo, cuando se reincorpora ve al maître y a una señora observándolo, se sienta y se acomoda la playera. Llama al maître y pide simplemente un caldo de verduras, la cual comienza a comer lentamente.
2006-09-04 05:54:11


.¡Mama, mama! por fin has regresando atrasviesa el restaurante El Bola interrumpiendo a Gilda, con su cuchillo que deja con disimulo caer al suelo.

-¡Ay mi niño! Tu padre y yo te hemos notado en falta. ¿Has sido bueno?

- El Bola mira hacia el maitre y le guiña un ojo.

- Mi rey ¿tienes hambre?
- Ponga un menú infantil para el niño, tiene el pobrecito sobrepeso. Algo ligero.

- El maitre se aleja mascullando entre dientes de que carajo con el nene de los cojones, le ha chafado el plan.

- Mira mami por los cristales, todo azul. Son sesos, un señor se ha pegado un tiro.

- ¿Qué dices mi rey? Serán esas vitaminas que tomas que deliras.
Cuentamé, cuentamé. ¿Has hecho amistades?

_ Hay una niña rubia que...

_ Si mi nene, luego. Comiendo no
se habla.

- Aquí esta la comida. Orgullosamente de su nouvelle coisine el mitre Aloixius Alpedrete sirve con esmero, y amor los diversos platos. ¡Con fundamento!

Lastenia mientras toma café, ve en portada del periódico local: en titulares:

"Peligrosa peligrosa escapada de la cárcel ha raptado un niño. En paradero desconocido".

En primera plana, la gallega, o francesa, pero es la pelirroja que tiene a su derecha.

Se dirige con disimulo a la salida del restaurante.

El maitre le grita como poseído ¿es que usted no paga?

- Estese calmado, anotelo en mi cuenta. Tengo que hacer unas llamadas urgentes.

_Buenas tardes, aproveche señora.

El Bola



2006-09-03 21:41:19
Oiga, maitre... ¿me puede hacer caso un segundo?
-¡Deje de fastidiar! ¿qué no ve que estoy intentando ligar con esta gallega, o francesa o lo que sea?
-Es importante...
-¡Ya le traje las sales! No tengo más.
-Maitre...
-¡Cállese!
¡BOOOOOOOOOM!!!
¡Otra vez reventó! ¡Váyase de aquí, vieja asquerosa!
-Yo no fui... el joven que estaba aquí acaba de volarse los sesos frente al restaurante, es lo que intentaba decirle...
-¿Qué es eso que chorrea por los ventanales...?
-Obviamente serán sesos...
-¿Sesos color azul?
-¿Cree que fuera otro clon?
Pero la pelirroja del Chanel se levantó, y se acerca a Alpedrete por detrás, enarbolando un cuchillo. Lastenia la ve, pero cuando el maitre se da vuelta, lo oculta presurosa entre sus ropas, y le ofrece su mejor sonrisa.
-¿Puedes mostrarme la cocina? Nunca he visto la parte de atrás de un restaurante... - le dice dejando caer un mechón de pelo sobre un ojo, al mejor estilo Rita Haywort.
-Yo que usted no iría, maitre...
-¡No sea comedida! No tengo la culpa de que usted no haya ligado en el último medio siglo- y se dirige con la francesa hacia el fondo del local.
-Bueno, que lo disfrute... - Lastenia sale lentamente del restaurante, a tiempo para oír los alaridos del pobre Alpedrete...
Lastenia

Amanda avanza lentamente, con paso firme por el restaurante más famoso de todo Buenos Aires. Es exquisita la comida del maitre Aloixius Alpedrete, siendo recomendado hasta en la guía Michelin.

A lo lejos ve a una mujer muy descuidada con la ropa demasiado grande. Ella con su Chanel de alta costura, sus zapatos de aguja y su melena pelirroja al aire parece la Gilda del filme redivida.

Con elegancia se sienta enfrente de un muchacho más que apetecible, pero callado y taciturno.

Debido a la proximidad escucha al maitre decir al joven delgado:

_Para usted me inclinaría por un vino borgoña, un chili con carne bien picante y un bacalao al ajo arriero de Iñaki.

El joven se levanta sin pronunciar palabra y sale de la estancia.

Amanda, bailarina y cantante. Mujer de mundo levanta una ceja en señal de sorpresa. ¿Dónde me he metido?

Espera pacientemente a la llegada del maitre, tiene un apetito voraz despues de toda la noche actuando en "Sitio Palermo" la famosa sala cerca del Aeropuerto.

Inspeccionó el lugar, impolito, inmaculado de limpio. Seguro aquí sirven cocina internacional.

Observó al maitre acercarse con una sonrisa de oreja a oreja.

_ Buenas tardes, señorita

_ Buenas tardes, ¿Qué me recomendaría?

- Unos entremeses variados, espárragos con salsa mahonesa, una crema fria de puerros, y un bistec de ternera con patatas panaderas. De postre de la casa: fresas con chocolate.

_ Bien, me parece bien. De beber tomaré agua mineral.

- ¿Agua mineral? Aquí tenemos un pozo que tiene la mejor agua de todo Buenos Aires. Disculpe, por su acento ¿es gallega?

_ No, en absoluto. Ni de lejos. Soy francesa.

Desilusionado el bueno del maitre se alejó de allí lo más rápido que sus cortas piernas, en su baja estatura se lo permitió.

Pensó para sus adentros, es francesa, pero para mi que es una gallega camuflada, además parece el clon de Margarita Cansino, la famosa de la película, esa pelirroja ¿Cómo se llama? La de la bofetada, o ¿será un clon? Los clones empiezan a abundar en esta Santa Casa.

Amanda

2006-09-02 06:35:11
.Lastenia entra casi arrastrándose al restaurante. Está pálida, ojerosa, la ropa le queda grande y las bragas se le caen, aunque no les da importancia y sigue su marcha hacia una mesa.
-Se le cayó algo, señora... - intenta insinuar el maitre Alpedrete.
-Sí, no importa, déjelas, ya no me sirven, se me caen todas...
-¿Es usted o es su clon?
-Por desgracia soy yo, ya quisiera ser otra persona...
-¿Qué va a ordenar?
-¿Ordenar...? Ah, sí. Tráigame un Alka seltzer, un Biletán enzimático y noventa gotas de Carbogasol. Y para tomar una sal de frutas.
-Pero señora, eso lo tiene que comprar en la farmacia, esto es un restaurante!
-Es que aquí no hay farmacia... ¿No oyó la explosión?
-Hmmmm... sí, algo oí...
-Bueno, después de esa vinieron otras veinte o treinta ... o cuarenta, ya perdí la cuenta... –Lastenia se dejó caer sobre la mesa- ¿Sabe qué le pasa a ese joven triste que está allá? ¿Qué le sirvió? Podría ayudarlo, sé lo que se siente...
-No, señora, ese joven todavía no ordenó nada...
-¿Todavía no comió? ¡Entonces no puede ser tan malo lo que sea que le pase!
-Hay otras cosas en la vida además de la indigestión...
-Supongo, pero en este momento no las recuerdo...
-Podríamos preguntarle... aunque sería un tanto indiscreto...
-No sabía que aquí hubiera discreción...
-Tiene razón, le voy a preguntar!
-¿Y mis sales....?
-Puede esperar un minuto, no se va a morir, además también tengo que ir al congreso y... -
¡BOOOOOOOOOOOM!
¡Oiga, que me espanta a los clientes!
¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!
Será posible que esta vieja no pare de reventar! ¡Está bien, ya le traigo las sales! Y veré qué le pasa a ese joven, no sea que se suicide en el restaurante... que ya con una vieja explosiva tengo bastante...


miércoles, 13 de enero de 2021

EL RESTAURANTE DE ALPEDRETE II

 



2006-09-10 13:17:20 

.Tengo un presentimiento, pensó Cándida. Este hombre es especial, su forma de mirar, de tocarme suavemente del brazo. Esa media sonrisa. Sus ojos, sus ojos me pierden. Me pierdo en su mirada. Le miro y noto que me ruborizo. Estoy algo tonta, todo me sale mal.

- Disculpa se me cayó el zumo de naranja.

El de inmediato llamó al maitre que le trajera otro. Era ante todo un caballero.

Se le cayó al suelo la caja de cigarrillos y pudo obserbar con absoluta nitidad unas largas, esbeltas y bien torneadas piernas. Sintió que algo se encendía dentro de él. No, no es el momento. Aún no.

- Gracias por los pitillos. No debería fumar por ser cantante, la garganta y todo eso, pero me importa un carajo. Tengo el vicio desde los quince y ya nada puede pararlo.

_ ¿Esta hablando de vicios? A mi se me ocurren unos cuantos que se pueden llevar a cabo si... Rodrigo no seas así, se decía. A una dama hay que respetarla, pero esta tiene aspecto de puta. Tal y como va vestida.

Mientras ella por esa boquita de piñon hablaba y hablaba. Le contó toda su vida. Lo único que escucho que su novio se había largado con su amiga de toda la vida, la guarra.

- Muchacha no utilices esos lenguajes, no esta bien en una dama. ¿Y tu no dirías lo mismo si te levantan la mina? Delante de tus narices, pibe. Actuba en el Casino Royal y elos tan felices bebiendo champagne. No me di cuenta. Siempre una es la última en enterarse.

- Pasó eso hace mucho, me refiero si ya estas recuperada.

- Rodrigo es que estas tonto o qué, de las cosas del corazón no te olvidas fácilmente. Ha pasado un año, pero claro no soy de piedra asi que tengo mis amorios por ahí.

Mientas de lo decía le miraba devorándolo con los ojos. ¡Está buenísimo! De esta noche no pasa.

Cándida



2006-09-09 22:00:40
.En efecto, Rodrigo se ha quedado paralizado ante tanta belleza y mucho mas por que se ha sentado con el. Nuestro joven se queda callado un momento, rosa con su dedo el filo de la copa llena de azúcar, absenta, y agua helada.

“Así que tu padre es argentino, yo soy mexicano, de Chihuahua. Por la absenta no te preocupes la he bebido durante varios años y se medirme. Me agrada el efecto que esta bebida mística produce… (silencio) además has acertado, mi alma se encuentra perdida en un abismo profundo sin salida alguna mas que el alcohol y mi guitarra, algunas gentes me llaman la versión moderna de Agustín Lara, yo que se… (silencio) no me has dicho tu nombre, yo soy Rodrigo Contece.”

El muchacho no se ha dado cuenta de que ha empezado a hablar como perico sin dejar que la dama exprese palabra alguna, pueden ser los nervios o los tragos de absenta, tal vez el hada verde ha entorpecido sus sentidos y la mujer sentada frente a el puede ser una jugarreta de su mente, una ilusión del efecto narcótico de la bebida. Disimuladamente recorre la mesa con su mano hasta llegar cerca de los dedos de la muchacha que descansan sobre la mesa, toca esa mano tan tersa y rápidamente encoge el brazo, esa mujer es mas real que el dolor imprescindible en su alma, busca en su pantalón y saca una aplastada cajetilla de cigarros Faros. “Es lo único que tengo, si encuentras alguno vivo es tuyo”, dice mientras que sus ojos se clavan en esa hermosa boca de manzana que sonríe.

R.C.


2006-09-09 14:48:12

Cándida después de la actuación la pasada noche se siente hambrienta, se comería un caballo y todo lo que le pongan. Hospedada en el hotel se dirige al Restaurante de Alpedrete para reponerse del esfuerzo físico que ocasiona toda la noche bailando y cantando en directo.

Lleva lencería negra, medias, botas altas de tacón de aguja, una fusta en la mano porque la obligan entrar disfrazada al restaurante. Se ríe de pensar que parece una cortesana de lujo, una madame sado-maso.

Coqueta mueve su melena ante el joven que está sentado en la mesa del fondo. Es el único comensal del famoso restaurante.

Se acerca moviendo las caderas, y con una sonrisa le pide un pitllo de tabaco rubio. La sonrisa se le queda congelada en la sangre al ver al muchacho con una botella de absenta.

- ¿Dónde vas pive? No sabés que no tenés que tomar eso. Te producira una úlcera inmediata, o lo que es peor la muerte instantánea.

Rodrigo, meditabundo mira a la joven de cabellos de oro. Se queda paralizado de la impresión. Parece un ángel. Nunca había visto alguien con tanta belleza. Unas curva tan... tan...curvas. La figura de la bellísima mujer que está a su lado le deja mudo por la sorpresa.

- Por favor, no lo hagas. No merece la pena. Si un presentimiento me trajo aquí. Es por algo. Tu eres un alma perdida.

- ¿Qué dices? ¿Estas loca?

- No loca, lo que se dice loca del todo no estoy. Soy psiquica. Esa es la razón que me llegaran tu mensaje de socorro, de miedo. Lo capto todo. Soy algo medium.

- ¡Ah! Si, no me digas. Rodrigo pensó que la muchacha estába como una cabra, pero bien buena estaba. Requetebuena.

_ ¿ Te importa me siento y conversamos un poquito?

_ No, no por favor, cuentame algo de tí ¿eres argentina?

_ No, mi padre lo es, salí con su acento del vientre de mi santa madre.

- ¡Ah! Rodrigo piensa cada vez que ese bombón no está en sus cabales, pero qué más dá. Es todo un lujo para los sentidos.



Rodrigo ha visto todo el acontecimiento antes de salir del restaurante, los recuerdos de su propia familia comienzan a acosarlo.

Su padre, hombre de campo, nunca pudo comprender los problemas del joven, su madre intentaba ayudarlo pero su padre la controlaba demasiado. Abandono su hogar cuando tenía 15 años.

Rodrigo se sienta por unos instantes en la silla, llama al maître de nuevo.

“Disculpe la molestia, necesito una botella de absenta.”

El maître, claramente sorprendido, recomienda otros tragos que el joven niega, entonces se aleja para traer el pedido…


Vestido totalmente de negro, con jeans y camisa con una calavera, su pelo largo y la guitarra en la mano es confundido fácil con un cantante de música heavy en el restaurante. La cocinera se asoma para ver al guapo muchacho y con el camarero hace apuestas quién se lo llevará antes al huerto.

Sentí observa callado la escena de su familia. Se le empieza a poner el vello de punta. La sangre es la sangre. Ese pequeñazo que engulle patatas es su hermano desaparecido.

Tiene aspecto indefenso, el pobre. Pensándolo bien puede que sea divertido tener un hermanito, le hará toda clase de bromas y fechorías. Ya tendrá quien le limpie los zapatos, y ya nunca más tendrá que ir por el periódico ni el pan los fines de semana. Y lo de colaborar en la casa, ya no será sólo tarea de uno. Le estaba pareciendo bien la idea.

Sonriendo, se acercó por la espalda, y le dio una palmada. El Bolsa casi se atraganta.

- ¡Sentí! No seas burro, que lo hemos reencontrado hoy después de tanto tiempo no vayas a lastimar al niño.
- Madre, eres más exageradas que la tía Angustias.

¡Ay! Cuando se entere la tía Angustias de que apareció su ahijado. Zoilo llámala rápidamente que la vieja solterona tiene plata y nos puede sacar de más de un apuro.

Santi, hermano del Bola

2006-09-09 08:45:42
Zoilo sintió que la emoción le embargaba al sentir su carne de su carne, tan cerca de el. Con la ropa de trabajo, algunos creerían que iba disfrazado de mecánico como el bien sabía que era norma del restaurante.

Miró a su hijo mayor y le sintió algo molesto sin saber el por qué. No paraba quieto ni un minuto, una pierna a otra, con gesto disgustado. Pensó el bueno del padre si no estaría molesto después de ser hijo único tantos años le viniera de repente un hermano.

En cualquier caso la familia saldría adelante, era cuestión de tiempo y paciencia. Como me llamo Zoilo Bertoluzzi. Un poco de disciplina no está mal en los tiempos que corren.

Miró a su pequeño, y se empezó a enternecer. Goterones salían por sus verdes ojos, se sentía embargado por la emoción. Venga, sentaos todos, que vamos a comer las delicias del restaurante tan afamado ahora que estamos aquí. ¡Estamos de celebración!

- ¡Maitre! Venga por favor.
- Alpedrete no se termina de creer el movimiento de los últimos días
en su restaurante. Alguien ha debido correr la voz que su cocina internacional es de la más suculenta de todos los hoteles de los alrededores.



2006-09-09 08:31:35
Mirta Bertoluzzi disfrazada de Marilyn Monroe, con peluca rubia preguntó en la recepción del Hotel, dónde le informaron que su hijo se encontraba en el restaurante de Alpedrete.

Cuando entró la familia entera, vieron al fondo a un niño con un solomillo y un gran plato de patatas fritas. No comía engullía vorazmente.

Miró a su hijo mayor y exclamó ¡Es como tu de pequeño! Igualito, igualito.

- ¡Hola! No te asustes, pero somos tu auténtica familia. ¡Mi hijoooo! Empezó a llorar desconsolada, de que ya la policía y todo el mundo le daba por muerto.

- No llores. ¿De verdad eres mi mami? dijo con voz entrecortada por la emoción. Perdona, no puedo hablar, es que.... No puedo.

Mirta

2006-09-09 08:19:43

La señorita de la guardería dejó a El Bola en una mesa del Restaurante de Alpedrete. Le dijo que se quedara muy quieto que de un momento a otro vendrían sus papis.

El Bola se mordió las uñas mientras esperaba.

Mirta Bertoluzzi- Era una sobreviviente, en todos estos años de que su querido hijo menor había desaparecido no dejó de poner su imagen en tetrabrick de leche, con grandes letra rojas: DESAPARECIDO. Un sonrosado bebé de meses miraba al objetivo fotográfico con una sonrisa, sus gordezuelos mofletes y ojos llenos de felicidad.

Salió en la televisión local, en diferentes periódicos. Asociaciones de la iglesia, pero todo fue en vano. Su pequeño, El Bola había desaparecido de la faz de la tierra.

El día de la llamada de Manolo, su antiguo vecino sintió un sobresalto, un presentimiento. Las buenas nuevas no podían ser mejores, su hijo pródigo había aparecido.

Telefoneó a su marido para que la recogiera ese día, en su viejo volkswagen. Zoilo Bertoluzzi no daba crédito a las palabras de su mujer. Dejó el coche que estaba reparando, y le dijo al ayudante que no volvería en toda la tarde.

Santi, alto, desgarbado con la cara llena de acné era un adolescente difícil que no le hizo ninguna gracia salir de casa porque actuaba su grupo de rock preferido “Mago de Oz”.

Se encaminaron al Hotel cada uno con sus pensamientos.
El bola

2006-09-07 21:26:07
.Rodrigo ha visto todo el acontecimiento y continua dándole sorbos a su sopa de verduras, la comida ligera siempre le ha apetecido, especialmente la comida oriental. Termina, se recarga tranquilamente en la silla viendo al techo y los recuerdos comienzan a martillar.

El bar, la pelea, la sangre en el suelo y después… la vos del maître lo regresa a la realidad.

“¿Apetece algún postre, joven?”

“No gracias”

“¿Algo mas con lo que le pueda servir?”

“La cuenta… por favor”

El maître se aleja y Rodrigo queda ahí, solitario, pensativo, con los demonios internos destrozando la poca cordura con la que cuenta…

R.C






sábado, 2 de enero de 2021

EL RESTAURANTE DE ALPEDRETE I

EL RESTAURANTE DE ALPEDRETE




EL RESTAURANTE DE ALPEDRETE.


Aloixius Alpedrete, contagiado por la nueva política del Hotel, también quiso independizarse y formar una sociedad para regentar el restaurante. Pestolazzi, le respondió:

-¿Qué se ha creído usted?. ¿Qué hemos llegado al capitalismo salvaje, en el que cada proletario será su propio empresario y la economía se convertirá en la globalización autárquica?. Usted es proletario y de gracias a la generosidad de mi corazón el que no lo transforma en proletario en paro ¡ipso facto!

No había más que hablar. A continuación Pestolazzi le exigió que rematara las obras del restaurante para acoger la fiesta de carnaval. No se olviden que el restaurante es muy amplio, y más si se quitan las mesas, y da a la piscina, con su terraza, sus trampolines gigantescos, una pasarela que comunica el restaurante y la piscina y ésta con los jardines. Una gran fuente con figuras mitológicas y la piscina, enorme, más que olímpica, y otra para los infantes y adultos que no sepan nadar.

-Usted se hace responsable de que el programa de festejos se cumpla en su integridad y que nadie se desmande o verá lo que es bueno.

Alpedrete mira el restaurante y se le cae el alma a los pies: lo que está, está, y lo que no está no está. A la entrada, por el vestíbulo, hay un gran atril en el que se anotarán las reservas. Allí se situará Alpedrete o alguno de sus ayudantes, para controlar las reservas. Las mesas son espléndidas, estilo rococó, sillones Luis XV y mesas de caoba con ligero revestimiento de mármol. Paredes decoradas con algunos cuadros del museo de Asterión, prestados para la ocasión y que no se sabe cuándo serán devueltos. Lo más llamativo es un telón de acero que separa el fondo del resto del restaurante. Con un artilugio del profesor Cabezaprivilegiada se corre y se descorre. Tras él comerán los fumadores, como apestados en su propio humo, ya que no hay ventanas, ni huecos, ni aire acondicionado. Faltan camareros, faltan colaboradores, faltan cubiertos y vajilla, casi falta de todo. Pero hay que abrir para el gran carnaval. El programa es el siguiente, según Pestolazzi:

Los participantes desfilarán disfrazados, pasarán por el restaurante, caminarán por la pasarela y en lo alto de los trampolines se quitarán la máscara y se presentarán. Luego continuarán desfilando. Si hay comparsas (al parecer Brunelli y otros huéspedes han decidido formar una comparsa) lo harán todos a la vez. Habrá música variada y todo tipo de diversiones, bailes, encuentros, desencuentros... Cuando Pestolazzi lo ordene se apagaran las luces, como si fuera un apagón y que cada cual se busque la vida como pueda...Al parecer Pestolazzi sufre un delirio paranoide (cree que todos los huéspedes lo persiguen) y quiere acabar con ellos. Tiene preparadas algunas sorpresas desagradables. Creo que hasta un incendio. Los carnavaleros tendrán que refugiarse en la piscina y ver cómo salen de ésta. Habrá más sorpresas, pero antes... el desfile, las comparsas, la música, el baile... Alvarito, con los patines regalo de Mórtimer y una campanilla en la mano, irá avisando a los participantes cuando se salgan del guión o se desmanden y vayan por su cuenta o se pierdan y no sepan por dónde andan.

Y ahora cortemos la cinta y QUEDA INAUGURADO EL RESTAURANTE DE ALPEDRETE.




2006-10-01 05:08:10

OJO, OJITO, ESTE FORO ENTRA EN LA REESTRUCTURACION DEL HOTEL. MIENTRAS DECIDO SI SE UNE A LAS COCINAS DE IÑAKI O SI QUEDA "HIBERNADO" MOMENTANEAMENTE LES RUEGO NO ESCRIBAN Y SI NECESITAN COMER ALGO VAYAN AL BAR DE MÓRTIMER QUE SIGUE EN ACTIVO Y EN FORMATO LIBRE.

ALPEDRETE E IÑAKI CHARLAN, AJENOS A LO QUE SUCEDE EN EL RESTAURANTE

Tras atender, mal y deprisa, a Matilde y al Bola, Alpedrete regresa a la mesa, donde se encontraba charlando con Iñaki. Entre pincho y pincho y vinillo y vinillo ambos comentaban el fracaso estrepitoso de la cocina y el restaurante.

-No es por nada -dice Iñaki- pero no me sorprende que el restaurante vaya mal. Usted es seco, muy seco, Alpedrete, y los comensales quieren una cara simpática y un chiste de vez en cuando.

-Pues no me diga usted, Iñaki, que con su pinta de oso, y no precisamente amoroso, ha conseguido mucho más de lo que he logrado yo.

-Bueno, bueno, no se enfade, Alpedrete. Creo que se me acaba de ocurrir una idea genial. Aprovechando que el profesor nos ha regalado un agujero dimensional, entre el restaurante y la cocina, una especie de montacargas, me gustaría proponerle un trato. ¿Por qué no unimos el negocio, socios a partes iguales, y cambiamos el formato? ¿Qué le parece un bufé libre con toda clase de ricas viandas?

-¿Y qué pintaría yo?

-Pues acompañaría a los huéspedes a las mesas libres, les daría la carta de vinos y licores y dejaría que se sirvieran a su gusto.

-Pues de acuerdo, Iñaki. Eso me daría menos trabajo.

-Estoy pensando en hacer un bufé pequeñito, al lado del grande, para los que estén a dieta. Creo que me decidiré por la dieta de los grupos sanguíneos. ¿La conoce?

-Ni me interesa.

-Bueno, pues vaya pensando en ello. Y mientras tanto atienda a esa gorda y a su hijo, que nos dejarán sin bufé el primer día. Y hable de la dieta de los grupos sanguíneos. A ver si pican .
Alpedrete

Matilde y sus cien kilos de peso entran a duras penas por las puertas del Restaurante de Alpedrete junto con el niño de sus entrañas "El Bola".

- ¡Maitre! ¡Maitre! llama con voz estruendosamente chillona, desagradable.

- Mande, señora.
_ Dos desayunos continentales, si hace el favor.
- CON-TI-NEN-TA-LES, dice como no entendiendo a personaje tan variopinto y de gran exquisited en el lenguaje.

- ¡Siiii! Zumo de naranja, beicon, huevos, tostada, pan, mantequilla, y café au lait.

- ¿café olé?

- No, no café au lait, con leche, ¿a que academia de hostelería asistió usted? Y deprisita que tenemos hambre.

- Eso, mami, dale duro. Es bien lento este maitre, por lo viejito supongo.

- El maitre ni caso, el pide en el officce del restaurante el pedido de la mesa 13, y se va a fumar uno de sus puros a la salida tranquilamente. Es tan tranquilo, que nada le perturba.

- "Nuevos ricos, se dice para sí"
Mirta Bertulozzi

2006-09-12 13:49:23
Cándida lee los versos, enmudece. Algún alma atormentada se sentó en este mismo banco. Alguien con suma sensibilidad, alguien que es un poeta, quizas.

Está firmado con unas iniciales tan sólo "R. C." Son las mismas de Rodrigo pero no, sería mucha casualidad.

En ese mismo momento Rodrigo hace su maleta con destino a su país. No sabe que coincidirá en el avión con la muchacha que perdió su vuelo dónde viajaban todos los técnicos y miembros de su grupo.


Cándida

Las ultimas palabras de Candida retumban en la perturbada mente del muchacho, este se lleva la copa a los labios y da el ultimo trago a su absenta, un nombre emerge de lo mas dentro de su inconsciente: Ximena…

Fue una fatídica noche en un bar de mala muerte cuando conoció a esa mujer de complexión delgada, baja estatura y piel morena. Rodrigo tocaría esa noche por primera vez y los nervios le devoraban. La muchacha en si, se levanto y se le acerco.

“¿Por qué tiemblas?”

“Tengo nervios, nunca he tocado en vivo”

“No te preocupes, no creo que mucha gente escuche, la mayoría están borrachos o alterados yo soy la única sana aquí”

Rodrigo rió por primera vez en su vida y sus ojos se llenaron de luz

“Me llamo Ximena” dijo la chica “¿Cuál es tu nombre?”

“Soy Rodrigo…”

Una voz exterior hace que el joven regrese a la realidad, es el maître y quiere cobrarle.

“Cárguelo a mi cuenta” dice el muchacho “Con su permiso, que tenga una buena noche”

Y el joven sale del predio…


Rodrigo Centeco
2006-09-10 13:37:40
.Cándida antes de atravesar la puerta del restaurante, mira hacia el joven Rodrigo. Mientras le dice "Querido te espero dentro de media hora en el bar de Mortimer. No me falles"

Tía Angustias llega del pueblo apresurada. Su familia la necesita. Lo primero es lo primero. Necesita tomar algo ligero.

-¡Maitre! Por favor, ¿me puede atender?

Aloixius Alpedrete, maitre del restaurante no dá crédito a sus ojos. Hoy es un día muy movido en el Restaurante, apenas tienen viandas paara atender a tantos clientes.

_ Señora la comida se ha terminado, pero puede degustar una gran variedad de sanwichs y empanadas elaboradas en el horno del restaurante. Fabricación totalmente artesanal.

- Cualquier cosa estará bien. Va vestida de monja, el ropaje obligado para entrar al restaurante. Se ríe para si misma de pensar que alguien la pueda confuncir con una monja, ella que es atea de toda la vida.

Observa la mesa del fondo donde dos tórtolos juegan al juego más hermoso: el de la seducción.

El maitre, presto le sirve las viandas. Ella empieza a degullir y pensar en su familia un atajo de vagos que siempre acuden a ella cuando tienen problemas: los Bertoluzzi.

Despues subierá a sus habitaciones. Ahora lo primero es comer.

Tia Angustias