miércoles, 31 de octubre de 2018

EL BAR DE MÓRTIMER LXIII



2006-09-26 10:33:16
"Mientras tanto en Metrópolis..."
-¿Que pasa señor Kent?-pregunta Jimmy Olsen.
-Esto está muy aburrido ¿No quieres venir conmigo a Ciudad Alegría? Creo que algo está por pasar allí...
-Y yo voy con ustedes-dice Louise Lane, agitando su roja cabellera.
-¡Oh, noooo!-gritan los dos desesperados.
-¿Quieren que me quede yo a aguantar a Perry White solita? ¡No señores!
-Está bien Louise... está bien... Jimmy llama al Hotel de los Disparates... un tal Mortimer que reserve mi habitación... 



2006-09-26 10:48:00
Mortimer, la resaca de los tiempos
-¿Que te pasa Morti?-pregunta Clarita, algo desconcertada.
-Verás estoy un poco confundido. Según tu me dijiste me quedé dormido unos cinco minutos, que para mi fueron siglos, y encuentro el Hotel lleno de gente nueva. Algunos francamente desagradables, pero con dinero. Otros encantadores, como esa señora que huele a efectivo contante y sonante. Después, me lo encuentro a Alexander ¡Transformado en médico! Espero que no sea un curandero de esos que preparan pócimas indescriptibles. Hablando de Alexander, me contó que estuvo hará un rato en el Bar ¡Y no había nadie!
-¡que raro! yo no lo vi en una semana más o menos ¿Y el dijo que estuvo?-dice Clarita desconcertada.
-Esto tiene que ver con el viaje en el tiempo...
-¡Otra vez con eso!
-Clarita... te puedo decir algo-baja al voz Mortimer.
-Si Morti, hace rato que quiero que me digas algo...
-¡No es lo que estás pensando! Es sobre como me siento...
-¡Ah! bueno-dice algo desilusionada.
-¿Nunca soñaste que estabas en un lugar buscando la salida y no la hallabas?-dijo Mortimer y Clarita asiente.
-Buscas por mil lados. Tratás y tratás... cuándo parece que estás por salir... te tapa una ola o caes en un pozo profundo...
-Si...si-dice ella expectante.
-Yo me siento así... pero al revés. Hace días que trato de entrar en un lugar y no puedo. Pido ayuda y nadie me socorre. Parece que lo voy a lograr... y nada. Es desesperante. Se que algo malo está por ocurrir. Me parece que hemos desestabilizado en Universo de alguna manera...

2006-09-28 13:08:42
ALVARITO OYE A MÓRTIMER. EL UNIVERSO YA NO SERÁ NUNCA COMO ERA ANTES

Alvarito oye a Mórtimer hablar con Clarita y piensa: Si él supiera lo que van a cambiar las cosas se iría de barman con los marcianitos. ¡Lo que nos espera!

Por el bar de Mórtimer comienzan a aparecer clones de Alvarito. Todos idénticos, con sus patines, su uniforme y su sonrisa ladina, aunque se nota que tanta sonrisa dentrífica no es muy normal (Alvarito no se lava los dientes, el muy guarro).

Todos se van sentando a la barra y uno detrás de otro van pidiendo bebidas.

De pronto aparecen los clónicos de Brunelli e intentan sentarse. El bar parece repleto y un olor a sobaco dimensional inunda el local.


2006-09-30 18:58:35
Rodrigo se encuentra en el Bar de Mortimer fumando un cigarrillo. Una copa de vino descansa sobre la barra, el muchacho escucha tranquilamente la canción que se toca. “Fly me to the moon” de Frank Sinatra. Inhala el humo y piensa, exhala lentamente y observa a su alrededor. Nunca antes se sintió tan solo, nunca antes se sintió tan vació y necesitado de una mujer. Escribe palabras sobre una sucia servilleta mientras sigue fumando tranquilamente, mete la mano al bolsillo y saca una bolsa de plástico transparente, la observa detenidamente y sonríe. “Sabia que aquí los encontraría….” Piensa para si mismo y mete a su boca la primera dosis de inspiración…


2006-10-02 16:49:25
Mortimer, poniendo orden
-Clarita, por favor, con discreción traélo a Slim-ordena Mortimer-¡Eh Sam! sigue con el repertorio de Frank Sinatra... ¿Que te parece "I cacht you under my skin"?
Mortimer gira y ve algo que lo desacomoda:
-¡No Slim! ¿Que haces? ¡Guarda esa arma! ese joven-dice mientras lo señala-es el sobrino de aquella distinguida señora, con la que estuve hablando... yo te llamaba para que me eches de la barra a todos los Alvariotos sobrantes, y Los Brunelli también... si tienes que usar la fuerza ¡Hazlo! Cualquier cosa me avisas si necesitas un arma más...
-Si jefe...
-¡Clarita! un trago para el caballero que está en el borde de la barra escribiendo ¡Por la casa! ¡Ah! y dile al verdadero Alvarito que le sirva una botella de champagne a la señora en aquella mesa ¡También por la casa!
-¿Le dió un ataque de generosidad? ¿Porque mejor no me aumenta el sueldo?-le dice Clarita.
-¿Sabes una cosa muchacha? Tengo una sensación de dejà vu, como si ya hubieramos discutido sobre esto ¿Haz visto el sobre con la liquidación? ¡Te pago horas extras por el tiempo que haz estado sola! ¡Ya te dije que yo no soy un maldito explotador!
-Pero Morti... yo...-dice compungida.
-¡Tu nada! Te quiero como a una hija...
-Mal ejemplo... podrías dar otro...
-¡Clarita! ¡Ese es un buen ejemplo! Ahora... por favor hacé lo que te digo... es una inversión a corto plazo ¡Yo se lo que hago!
Una voz a espaldas de Mortimer lo interrumpe.
-Siempre de pocas pulgas... ¡eh, Morti!
-¡Alexander! ¿O debo decir doctor Trevelan?
-Veo que las noticias vuelan por aquí...
-Lo que vuelan Alex... son los títulos de doctor ¿Cuándo te recibiste?
-Morti... ¡Tengo algunas influencias! Tu sabes...
Y Alexander señala con el dedo indice el piso.

2006-10-03 12:22:52
SAM Y SUS CLONES TOCAN TODOS A LA VEZ Y SLIM, EL VENGATIVO, SE UNE AL CAOS QUE REINA EN EL HOTEL


El hotel se está llenando de clones. Los universos paralelos ya no son paralelos, sino tangentes o cosecantes o como se diga. Aparecen un montón de clones de Sam y se ponen a tocar, cada uno lo suyo, en sus respectivos pianos, que se han traido de los universos paralelos. Aquí hay para todos los gustos, desde Frank Sinatra hasta el mejor jazz, pasando por George Winston y todos los grandes compositores, incluido Gershwin, hasta los pequeños y los diminutos. Lo que ocurre es que la formidable orquesta arma un estrépito de todos los diablos.

Por encima del ruido Alvarito intenta oírse y le dice a Mórtimer.

-Oiga, patrón, que Slim intenta echarme creyendo que soy un clon. ¿Recuerda la contraseña que le dí? Pues yo soy el auténtico, la madre del cordero, dígale a Slim que me deje en paz.

Alvarito, el auténtico, se acerca a Rodrigo que se está inflando de inspiración, que saca de una bolsa de plástico, y le comenta, a voz en grito:

-Oiga, amigo, si es usted el auténtico Rodrigo y no un clon debería buscarse una contraseña, inspirada, por supuesto. ¿Qué le parece si nos reunimos con Mórtimer y nos ponemos de acuerdo para que los auténticos no seamos confundidos con clones ?

2006-10-03 13:09:12
Rodrigo escucha atento a Alvarito y comenta:

“¿Una contraseña? Me parece una buena idea, pero creo que esto es mas que suficiente” y levantándose la playera le muestra la espalda llena de cicatrices a Alvarito. “y si no, yo soy el único con este tatuaje y extiende su largo y venoso brazo para mostrar a un ser extraño grabado en el antebrazo.

Sin discutir mas ni oponer resistencia, Rodrigo se levanta y sigue a Alvarito hasta donde Mortimer.



 2006-10-03 13:14:39 
Supongo que eres el verdadero Mortimer, con todos estos clones caminando por aquí y por allá es difícil distinguir quien es quien. Solo me acercaba para ponerme a tu disposición, lo que sea que necesites solamente búscame, usualmente estoy en mi consultorio atendiendo a los huéspedes, bueno, mas bien en mi habitación/consultorio, por lo pronto me tengo que marchar, el deber llama.”

Alexander se aleja entre tanta confusión y se pierde entre las tinieblas.




lunes, 22 de octubre de 2018

EL BAR DE MÓRTIMER LXII







2006-09-17 12:49:43
Rodrigo escucha atentamente, se pone de pie y se aproxima a Candida. Toma su mano en la suya, es delicada y tersa. “Puedes confiar en mi, Candida, yo no creo en el destino pero por algo nos conocimos. Aquí voy a estar siempre y nunca me voy a separar de ti por que yo…” silencio, el joven quiere tomar fuerzas y decirle lo que siente, un mar de recuerdos le acosan, calla y le sonríe “por que yo conozco perfectamente por lo que estas pasando, he luchado contra todos esos demonios desde que tengo uso de razón”

Rodrigo toma asiento al lado de Candida.

“Deberías de tomar esas pastillas y el jarabe, he escuchado y leído cosas extraordinarias sobre el doctor Trevelan, dicen que le salvo la vida a una chica que estaba a punto de morir aquí en el hotel, me contaron por ahí que los ingredientes de sus medicinas no son de el plano material, tienen propiedades casi mágicas.”

El muchacho mira fijamente a la chica de ojos tristes, esta mas cerca que nunca de ella y continua “a veces quisiera dormir para siempre, pero el sueño no es uno de mis privilegios, llevo varias noches sin dormir. Mi vida esta marcada por la tristeza y la eterna amargura, por donde voy me siguen mis demonios y mis recuerdos, a mi también me recetaron prozac y luego zoloft, ningún psiquiatra sabe que es lo que me sucede, algunos dicen que sufro de depresión, otros dicen que sufro de esquizofrenia, que se yo... desde pequeño he sido antisocial y poco amigable, desde pequeño he tenido que luchar contra la vida misma cantando en bares y durmiendo en tapias, viajo de ciudad en ciudad sin encontrar un hogar fijo, un lugar donde me pueda quedar…”

Rodrigo mira al piso

“¿Acaso es la vida que quisieras tener, Candida? ¿Una vida donde lo que es tuyo es tan poco que fácilmente cabe en la palma de tu mano?”

El joven sigue con la mirada clavada en el piso, nunca habla de su presente, de su pasado, pero siente una enorme confianza en la chica de cabellos dorados.

“Yo también conocí el amor en alguna etapa de mi breve existencia, y una noche… (silencio) el amor murió en mis brazos, Candida, supurando espuma y asfixiándose lentamente, desangrándose hasta quedar frío e inmóvil, yo la quise salvar pero era demasiado tarde y esa noche también se me murió el corazón…”

Unas tibias lágrimas caen de los ojos de Rodrigo, que sigue con la cabeza agachada.

“Pero te conocí a ti…”


2006-09-18 08:15:10


La joven le pide al muchacho que por favor llame al Dr. Trevelan. No se encuentra muy bien últimamente. Es demasiado testaruda para reconocerlo ante nadie. Siente escalofríos por la fiebre, el gelocatil no logra bajarle la fiebre a pesar los cuidados de Rodrigo. Tiene una fiebre altísima. Hay momentos que delira.

“No, no te abandonaré estaré contigo siempre, a tu lado. Viajaré contigo, estaré contigo, juntos siempre.” “No me importa siempre te rodees con las mujeres más bellas, te estaré esperando cuando termines en los ruedos. Comprende que no puedo asistir a ninguna corrida taurina, no es la fiesta lo que me gusta. Eres tú con quién quiero estar… eres tu” “Te espero aquí en casa de mis padres”…”Pasó un día y otro” “Nada. Ninguna respuesta, ninguna carta, ningún señal de vida”. En los noticiarios se enteró que el diestro se casaba con una burguesa del principado de Montecarlo. “El dinero, tenía que ser el maldito dinero”

Camila se intentó suicidar por el torero. Los noticiarios ocultaron ese dato por ser familia lejana del presidente de la nación. Sólo los más allegados sabían del dolor de la chiquilla, de sus noches en vela, de sus delirios por ese hombre infame que se llevó su flor más preciada. Jamás volvió a estar con ningún otro, se volvió hierro, que nadie se acercara a ella. Entre los hombres y ella puso un muro de piedra.

A sus quince años recién cumplidos, Camila se propuso darle un giro a su vida, sacar partido de su espléndido cuerpo y su diáfana voz. Siempre le dijeron en el coro de su Parroquia que era una voz privilegiada. Estudió solfeo, canto, baile, se preparó a conciencia, y a sus diecinueve años sacó su primer CD. Era el líder del grupo “Bohemios”. Componía, era la vocal del grupo. La llamaban la nueva “Pau Rubio” cosa que la enervaba, no tenía nada que ver con la star.

Su primer trabajo discográfico no era de su estilo ni agrado. Así funcionan las casas discográficas.

Llamaron a la puerta. El doctor Trevelan pasó a ver a la paciente.

2006-09-18 08:25:01


Santi apura el último trago de su whisky Jack Daniels. No quita ojo de lo que acontece a su alrededor. La sangre le hierve de celos, ese tío de negro se la ha llevado. A su ángel. Es divina. Piel de nácar, cara de ensueño, ojos de azul intenso, y melena rubia al viento. Y ese pedazo de cuerpo ¡qué haría yo con ese cuerpo! Esa buenaza la tía, si ella quisiera le haría ver las estrellas y la luna. ¡Vaya pedazo de mujer! De aquí no es, seguro. Las mujeres de aquí no tienen esas curvas prominentes, esos labios carnosos, ese andar de gacela.

Creo que la bebida me sentó algo mal. Estoy celoso de todo aquel que la mira. Si ella no es nada mío, sólo fuí a su concierto por casualidad y me sentí partido por un rallo.

A parir de entonces ella es la dueña de mis sueños, de mis desvaríos, de mis anhelos, deseos, mis fantasías más disparatadas, de mis sueños eróticos.

Me gustaría tenerla aquí, a mi lado. Esa chorba no se me escapaba. A mi. Al Santi, de pelo en pecho. Sabría lo que es un hombre de verdad.

No podía dormir de la calentura que tenía encima, tuve que volver a bajar al bar y embriagar las penas con alcohol. Llorar mis penas. ¡Maldición! Ahí está mi tía Angustias tonteando con el señor Mortimer. Sera vieja chocha. Si tiene más años que Matusalén. jajajaj.

Los clientes se vuelven y no dejan de mirar a ese joven tan maleducado y que huele como a establo.



2006-09-19 17:57:53
Alexander, después de visitar a Candida, se dirige a bar de Mortimer para tomarse un trago, mira a su alrededor y distingue a Santi, sonríe para si mismo. Con una copa de vino en la mano se aproxima al joven.

“Te molesta si me siento aquí, siempre es agradable tomarse un trago con personajes peculiares.”

Santi no le pone mucha atención, Alexander se sienta.

“Se sobre tus deseos carnales, Santi, se que quieres revolcarte con Candida pero sientes que el joven flaco va mas adelantado que tu…”

Esta vez el muchacho se sorprende, además de saber su nombre, el extraño frente a el conoce sobre sus pasiones, sus deseos carnales de tomar ese precioso y perfecto cuerpo/

“¿Quien eres? ¿Quién te dijo eso?” pregunta el sorprendido muchacho, Alexander le da un trago a su copa de vino “Sabes, ya no hacen el vino como deberían, hay demasiados químicos en este trago…”

Santi interrumpe “no has contestado mis preguntas”

El joven doctor sonríe tranquilamente “no necesitamos alterarnos, muchacho, tengo mis fuentes. Yo puedo hacer que Candida sea tuya y de nadie mas, que va, puedo darte lo que tu desees, incluso desaparecer al flaco de su vida para que no sea un obstáculo, si tienes interés búscame, esta es mi tarjeta, mi nombre es Alexander.”

El doctor se pone de pie y sale del bar, un extraño olor a azufre y geranios parece percibirse a su paso…



2006-09-20 05:25:54
Zoilo entra disparado al bar del Mortimer, y sin apenas dirigirse a su propio hijo, Santi. Hablando rápidamente, casi sin que nadie le entieda le espeta al joven doctor.

"Deprisa, deprisa doctor Trevelan" Mi hermana la srta. Rosita (Angustias para los íntimos) se ha desmayado encima de su cama. No hay forma de hacerla entrar en razón.

Malhumorado el galeno se encamina a la habitación de la susodicha. Sus tratos con el joven Santi tendrán que ser para luego.

2006-09-20 05:45:43
Debido al alcohol ingerido en el Bar de Mortimer, la tía Angustias se confunde de habitación.

Encuentra postrada en la habitación a una muchacha de aspecto angelical, hablando sola. Es extraño que la hayan dejado en su estado a su suerte. Se sienta al pie de la cama.

Observa que está delirando, que habla entresueños. La pone paños fríos con unas toallas del aseo, la toma la temperatura. Ciertamente, es alta. Procurará bajarla con paños frios.

Impresiona su aspecto, desgreñado el cabello, pegado a la cara, el camison arrebujado, su frágil cuerpo cubierto de sudor. Los temblores. Tiene que venir un médico, rápidamente telefonea al responsable del hotel, quién le dice que el la doctora Felicity, que está de guardia está de camino.

Sólo queda esperar, se dice para sí la buena de doña Rosita, o Angustias como todos la llaman cariñosamente en familia.


2006-09-20 18:48:19
Alexander se dirige rumbo al cuarto de la Señorita Rosa, toca tres veces a la puerta y no hay contestación, llama al botones el cual abre la puerta. El cuarto esta vacío, tal y como pensaba, Alexander puede pecar de buen mozo pero no de tonto, conoce los pensamientos de los habitantes del hotel y sabe como manipularlos. Se asoma por la terraza y siente el aire tibio jugueteando con su larga cabellera negra. En el jardín, el joven depresivo mira como ido sus pies, “Ah, otro cliente” piensa y sale rumbo al lugar.


 2006-09-21 14:37:52 
ALVARITO REAPARECE ALEGANDO QUE SU AUSENCIA SE DEBIÓ A UN AGUJERO DIMENSIONAL

Alvarito se presenta en el bar de Mórtimer con sus patines y justifica ante su jefe, Mórtimer, su larga ausencia.

-Verá, jefe. Ese maldito profesor ha convertido el Hotel en un queso de gruyere. Sin comerlo ni beberlo me vi absorbido o abducido por un agujero dimensional y he viajado en el tiempo de acá para allá. Mis aventuras las contaré en un libro que espero sea best-seller y me permita jubilarme.

Debo anunciarle que por el camino, en otros universos paralelos, me encontré con mis clones, igualitos en lo físico, pero menos simpáticos. Para evitar que le tomen el pelo y nos confunda, deberíamos establecer una contraseña para nuestro uso privado... Cuando haya dudas le diré: jefe, soy Alvarito, la madre del cordero. Entonces sabrá que soy el auténtico.

En cuanto a Pestolazzi tuvo peor suerte que yo. Fue abducido por un agujero dimensional cuando estaba en el retrete. El agujero se abrió justo bajo su trasero, con perdón, y ha estado viajando en el tiempo y en el espacio, de retrete en retrete y de cloaca en cloaca. Ha quedado tan traumatizado que se repone en su habitación. He mandado llamar al doctor Sun, pero me temo que no será de gran ayuda.

Le he dejado una nota para que venga a hablarle del casino, ese proyecto del que creo eran socios.

Veo nuevos huéspedes y espero atenderles en un santiamén. Con su permiso ordenaré a mis clones que se conviertan en mis serviles esclavos. Aunque mucho me temo que son tan rebeldes como "moi".

Verá lo que quiere hacer. Yo estoy dispuesto a todo, aunque el Hotel parece abandonado. Casi todos los huéspedes se han colado por algún agujero dimensional. Mientras se lo piensa puede servirme algo fuerte. A ver si me repongo del susto .





sábado, 13 de octubre de 2018

EL BAR DE MÓRTIMER LXI




2006-09-14 23:51:56
Rodrigo se encuentra de nuevo en los jardines, esta vez con una pluma en la mano y un altero de hojas. Escribe furiosamente sobre un papel, lee, lo arruga y lo tira. Por su mano rueda una gruesa gota de sangre rojo oscuro, una cortada profunda en el antebrazo llora amargamente, Rodrigo continua sin darle mucha importancia.

Las estrellas ahora brillan sobre su cabeza, el joven se acuesta sobre la banca y las contempla. “Si pudiera llegar allá donde el dolor no existe…” piensa y mira su brazo “mira lo que has hecho y la ponzoña no sale, la necesito a mi lado… la necesito a mi…”

Unos pasos le interrumpen, se levanta de golpe y observa una silueta que se aproxima. La luna no deja distinguir de quien se trata pero un par de ojos azules le delatan.

El muchacho se pone de pie y se acerca a la figura que se encuentra frente a el, abre los brazos y la envuelve.

“No quiero soltarte, dejarte ir” dice “si lo hago se me va la cordura…” y unas lagrimas calladas bajan hasta alojarse en su barbilla.


2006-09-15 03:12:28
-¡Oiga, suélteme! ¡qué atrevido!- Lastenia forcejea para sacarse al joven de encima, que la abraza e intenta besarla. Pero luego de la sorpresa inicial, lo deja hacer (¡y lo disfruta!)
-Bueno, ahora sí ya puede prender la luz... ¡Oh! tiene una cortada en el brazo... Pero... ¿Qué hace? ¡Se está cortando el otro también! ¿¿Se va a tirar por la ventana?? ¡Nooooo!! ¡Espere! Nadie se va a enterar de esto... ¿Qué? ¿Cómo que se quiere matar por el asco? ¡Tampoco es para tanto! Ni que yo fuera Cuasimodo... Venía a avisarle que la de los ojos azules está con un catarro terrible, y parece que es muy contagioso... espero que no sea tarde también para usted...
¡Está bien, ya me voy, ya me voy, deje de lavarse la boca con detergente!
Ahora dirán que soy una vieja comedida que se mete en medio de las escenas románticas... pero es que están ligando en todas partes, y no sabía dónde entrar...

2006-09-15 05:52:59
Cándida permanecía en su habitación aquejada de una fuerte gripe, el invierno, cambio de temperatura con su cálido país. Tiene más de cuarenta grados parece que delira:

“Rodrigo, no por favor ahora no es demasiado pronto” En sus sueños ve a un muchacho delgado, moreno, de tez oscura tocando una triste canción a la guitarra. Es bueno, quizá quiera que le contrate en mi banda”

Se revuelve en las sábanas con el tenue camisón cubierto de sudor “esta vez el muchacho no es el, es la temible muerte que viene a buscarla, que la quiere engañar con las facciones del bello muchacho”. Nooo, nooo, por favor no, otra vez no” Se despierta sin saber dónde está. Temblorosa llama al recepcionista del hotel, que le traigan un caldo muy caliente.

Se mira sus manos llenas de pulseras, se las quita y sólo ella puede ver los cortes en las muñecas, el amor aquel, el abandono, su risa, de cómo se burló de ella, de que no respondiera a sus llamadas, ni a sus cartas. Nada, sólo silencio. Ese muchacho, gran torero valiente ante los ruedos pero cobarde ante una mujer enamorada. Tan cobarde como dar una callada por respuesta.

Eso sucedió el año pasado. Los medios de comunicación, su manager lo ocultaron. Temía ir a México, el también toreaba en las mismas fechas que se encontraba en el lugar vecino. En realidad no sabía si suspender toda la gira. Necesitaba reposar, como dijo el especialista. Podría perder la voz.

Rodrigo no sé si se habrá marchado del hotel, andará esperando que acuda a la cita al restaurante, yo no puedo ir.

_ Por favor, recepcionista me puede poner con la habitación de Rodrigo Contece, el huésped de la habitación 500.

Al cabo de una pausa que parece eterna.

- Lo lamento, el Sr. Contece no se encuentra en su habitación, ¿Quiere dejarle algún recado?

- No, no es necesario. No importa.

Pulsó el mando del televisor pero la cabeza le daba vueltas, se quedó dormida de nuevo.

 2006-09-15 12:12:04 
Rodrigo, después de su desagradable encuentro, camina apresurado rumbo al cuarto de Candida. “ella me ayudo una vez, tengo que devolverle el favor”

Toca la puerta y nadie responde, insiste, no hay respuesta. Intenta forcejear la puerta pero no tiene la suficiente fuerza.

No le importa el contagio, si ha de morir por la mujer que ha marcado su vida lo hará dignamente, ella se ha vuelto su única razón y existencia, espera sentado afuera del cuarto, ninguna fuerza humana lo moverá de ahí.


2006-09-15 12:56:46
Mirta Bertoluzzi sale dándo un portazo de la habitación. Su marido no quiere ir de excursión. Irá ella solita. Vestida con una minifalda y una blusa fucsia, sus orondas carnes luchan por escaparse, salir libres al viento. Ella es muy moderna y siempre sigue las últimas tendencias.

Tropieza con un muchacho tirado en la puerta de la "star" Cándida.
Ella no le puede dejar ahí, desangelado. Ella siempre ayuda a la gente, como cuando en la Parroquia Cantaba en el Coro junto al Padre D. Jaime.

_ Muchacho ¿Qué te pasa?
_ No puedo entrar. La puerta está atascada temo la haya sucedido algo.
_ No sería la primera vez.
_ ¿A qué se refiere señora?
_ Me lo contó mi prima Aurora que era la maquilladora de Cándida por aquel entonces.
No se lo digas a nadie, pero resultó que ella tuvo amores con el famoso torero español Cayetano Ribeiro. Algo debió pasar muy fuerte que ella intento s-u-i-c-i-d-a-r-s-e. "Dijo esta palabra lentamente, deletreando todas las letras como si fueran un pecado."

Rodrigo miró a la gorda con malestar, era una vieja chismosa que encima contaba los secretos de Cándida.

Ahora empiezo a entender muchas cosas. Es muy frágil, cómo de cristal. Es una mujer sensacional, en su aparente fortaleza hay un ser frágil.

Voy a llamar al botones que abra inmediatamente la habitación.

En ese instante Cándida abrió la puerta.



 2006-09-15 13:07:09 
Con una cascada de cabellos rubios cayéndole sobre los hombros se quedó mirando asombrada a la señora gruesa y a Rodrigo.

- ¿Ocurre algo Rodrigo?
- Disculpa mi atrevimiento, pero pensé que te encontrarías mal, si en algo te puedo ayudar. ¿Necesitas algo?
- No, gracias. Llamé al botones para que me traiga algo. Me estoy aburriendo mortalmente viendo los canales de televisión. Al parecer cogí una fuerte gripe.
Es mejor no te acerques, no quisiera contagiarte por nada del mundo.
- No, parece que se avecina una tormenta y el día esta gris. Como mi humor. No estoy en mi mejor día, disculpa.
- Ya somos dos. A mi me duele todo el cuerpo.
- ¿Te importa que te haga compañía? Creo que quedaron cosas pendientes, y debes una explicación. Fuí un maleducado al no acudir a tu invitación al concierto.
_ Pasa, siéntate Rodrigo.

El muchacho se acomodó un poco nervioso en el salón de la habitación. Era más lujosa que la suya.

La miró, sin maquillar parecía una niña, una dulce niña.


 2006-09-16 23:15:28 
Rodrigo esta nervioso, las manos le sudan y siente un leve temblor que le recorre el cuerpo. Recuerda lo que la señora le dijo y piensa para si mismo: “Ella estuvo con un torero… carajo…. ¿Cómo me puedo comparar con un torero? ¿Y si mejor no le digo nada? Ella no merece a un pequeño y débil espagueti como yo… merece a un hombre valiente como un torero, alguien que le pueda dar una vida elegante, ¿yo que le puedo dar? Vivo de lo que me pagan en los lugares en los que toco, no tengo un hogar fijo, vivo en moteles de mala muerte… esta mujer es demasiado para mi”

El muchacho observa los ojos azules de Candida, siente que el corazón se le quiere salir, se ha dado cuenta de que es mas bella de lo que pensaba.

“Me gusta tu habitación” dice, los nervios se lo quieren comer vivo, gotas de sudor invaden su frente.

“Es cómoda y elegante, nada que ver con la mía, la mía es un completo desastre. Hay hojas por todos lados, plumas y botellas vacías... (Silencio, el joven piensa: “¿que diablos digo, botellas vacías? Va a pensar que soy un borracho, se ve preciosa a pesar de no estar maquillada, y esos ojos azules…”)

Rodrigo busca un cigarro en su bolsillo y solamente encuentra el encendedor, con una voz casi cortada continua.

“Fíjate que me recuerdas a alguien que conocí en Texas, ella era esposa de un ranchero rico. Tú sabes, en esto de ser bohemio de bar, uno conoce a todo mundo. ¿Te molesta si fumo?... [“Claro que le molesta, esta enferma so-tonto y además no traes cigarros”] No te preocupes por la cita, estamos en época de resfriados y a todos nos puede dar uno, a mi hace mucho que no me da un resfriado… [“¿esto es lógico?] En fin, quiero hablar con Mortimer a ver si me deja presentarme en el bar, necesito algo de dinero si quiero permanecer en este lugar y seguirte viendo [“ya te descubriste, animal”] digo, eres una persona agradable con la que puedo tener una platica amena y te considero una buena amiga [“¿¡una buena amiga!?, ¡tu no quieres que solamente sea tu amiga!”] bueno, además eres una chica muy hermosa y especial… [“carajo, ¡no dice nada!] me hubiera gustado haberte visto en el concierto pero necesitaba un poco de tiempo para mi mismo, he pensado mucho en ti y…”

Silencio, Rodrigo se limpia el sudor de las manos en el pantalón y por su mente corre: “ya metí la pata”

Las palabras han topado con pared. Observa a Candida fijamente a los ojos, sus intenciones se han descubierto y los nervios crecen, quiere levantarse y brincar por la ventana, quiere escapar de ahí pero esta atado, los pies se le han vuelto como de agua y la chica en cuestión no profesa ninguna palabra.

“Y…” la voz comienza a temblarle, calla otra vez y agacha la cabeza. “se que no soy la gran cosa, pero…” no encuentra las palabras correctas para expresarse, ya no puede con la presión y de pronto… un fuerte toquido en la puerta, Candida se dirige a abrirla y Rodrigo se queda ahí, pensativo, con las palabras bailando danzones con el silencio.


 2006-09-16 23:44:23 
“Buenas noches, la señorita Candida, supongo. Disculpe la interrupción ¿estaba usted ocupada? Me lo imagine, mi visita durara solamente unos cuantos minutitos, ¿le molesta si entro a la habitación? Muchas gracias.”

Alexander entra al cuarto de Candida y observa al muchacho depresivo sentado en un sillón, ríe para si mismo. “Oh, olvide presentarme, mi nombre es Alexander Trevelan, ¿Qué a que se debe mi visita? Me entere de que sufre de un fuerte catarro y he venido a hacerle una consulta gratis, estudie medicina en mi tierra natal y además conozco las propiedades medicas de las plantas, tengo los mejores remedios sobre la faz de la tierra, si no me cree pregúntele a su compañero, le he arreglado los dedos después de que una vieja loca se los volara con una pistola de rayos láser. En fin, basta ya de charlatanería y veamos que es lo que le pasa”

El joven medico saca el estetoscopio de su maletín, sopla calidamente sobre la campana y la pone sobre la espalda de la chica. Escucha los pulmones de Candida, el corazón, toma su pulso, la temperatura corporal, en fin, hace la rutina que le fue impartida en el colegio.

“Vaya, esto es mas serio de lo que me imaginaba, pólipos en la garganta e influenza, quién le dijo que su padecer en una gripa debe de ser un graduado de la universidad de los médicos/brujos del África” ríe. “No debe de forzar la voz para nada y tampoco debe de estresarse, si lo hace su condición se va a empeorar.” De su maletín saca una botella con jarabe y una botella con píldoras, “El jarabe tómelo tres veces al día con cada comida, las píldoras solamente antes de dormir, siga la prescripción durante una semana, vera como mañana estará como nueva, no, no se moleste por mis honorarios, siempre es un placer atender a damas tan bellas como su merced, que pase una esplendida noche.”

Alexander toma la mano tersa de la dama y la besa, hace reverencia y se aleja caminando.

“Al parecer tengo competencia, veremos cuanto tiempo dura la cordura de Rodrigo, por lo pronto necesito hablar con Mortimer.”


 2006-09-17 07:31:41 
Tu crees? Me ha mandado un montón de mejunjes, potingues, pastillas. Me niego a tomar nada hasta que no hable con mi médico personal. No fumaré ni la voz la forzaré.

Esta situación me está desbordando. No conozco a nadie, a parte de tí Rodrigo. En este hotel son gente muy extraña.

Una pitonisa me tiró las cartas, y me dijo que mi destino era retroceder al pasado. ¿Qué pasado? ¿Ese pasado que intento olvidar? Esa cama de hospital, rodeada de médicos y enfermeras. Ese comecocos intentando hurgar en mi mente.

Ellos no entienden que sólo era amor, tan sólo amor. La persona equivocada quizás. ¿Qué intenté suicidarme? ¿Y qué?

Mi mejor amiga me telefonea y me dice si soy depresiva que hay unas pastillas mágicas que van muy bien algo así como prozac. No quiero estar drogada, no quiero tomar nada de nada. No entienden, ella no me entiende.

No saben el por qué de mi dolor, el porque de mi sufrimiento. El ir de una ciudad a otra, en volcarme en la gira, el ser el alma del grupo. En componer, en mostrarme semidesnuda ante miles de espectadores. Han querido hacer de mi la nueva Pau Rubio. Y no, no soy ella. Soy muy diferente.

Ni siquiera me gusta cantar rock. Esta vida me hastía, me aburre, me deprime. Sí, me deprime todo en sí. La falsedad de las gentes. Estan contigo cuando estas en tus momentos más altos de la fama, el poder, el dinero. No se acuerdan de tus momentos bajos, de tus neuras, de tus sentimientos.

Si tuviera delante a esa bienintencionada amiga, la diría cuatro cosas: en primer lugar ni es colegiada, ni es médico, ni es psicológa, ni es psiquiatra.

¡A mí, a mí a Cándida Superstar! Creí que era mi amiga. No, no estoy depresiva, pero casi si no hablo y estallo. Alguien en quien confiar.

Se vuelve y le mira ¿Puedo confiar en tí, Rodrigo? Dime ¿En quién puedo confiar que no me venda despues?

No te deslumbre el lujo, la fama. Soy una persona como otra cualquiera, con mis más y mis menos.

Soy sensible, romántica, soñadora, soy una artista, pero han hecho de mí un producto de marketing. Es lo que me molesta.

Si te hablara de los hombres que se han acercado a mi por la fama, por el dinero, por mi status. Entonces... no acabaría la lista.

Sólo cometí ese error en mi vida, amar al hombre equivocado. No me quiso, ni supo amarme. Era yo demasiado jóven e inexperta.

Jamás he vuelto a estar con ningún otro hombre, me cuesta enamorarme, mostrar mis verdaderos sentimientos, me cuesta hablar de mi, de lo que pienso, siento, de mis sueños. Me es muy díficil.

Estas muy silencioso, claro apenas te dejo hablar. No me extrañaría que abrieras esa puerta y salieras corriendo.


  

jueves, 4 de octubre de 2018

EL BAR DE MÓRTIMER XL




2006-09-11 14:25:07
Rodrigo no se ha dado cuenta de su estrepitosa caída y su mente sigue fantaseando con hadas y duendes.

Después de unos momentos abre los ojos y siente un fuerte dolor de cabeza, se soba la nuca y mira a su rededor. Al darse cuenta de que ya no esta en el bar de Mortimer se reincorpora rápidamente sobresaltado, observa el reloj, las 3 de la madrugada.

“¿qué diablos…?”

Mira a su derecha y Candida duerme tranquilamente en un sillón. Rodrigo se levanta despacio con la cobija en la mano y tapa a la chica, acomoda una almohada detrás de su cabeza y se sienta sobre el colchón dándole la espalda a la chica, la mira por encima del hombro.

“No se como termine aquí ni lo que pasó, pero gracias” piensa y sonríe mientras que unos cuantos hilos de luz lunar entran por la ventana.

Se soba la nuca tratando de recordar algo.

“Había hadas y duendes… y un hada muy rara me dijo algo de una película de Brad Pitt… ¿estaría hablando conmigo? O seria la absenta, carajo, ya había olvidado los efectos de esta bebida… ahora ¿que hago?; ¿Me voy?, ¿Me quedo? Cuanta confusión, el corazón se me quiere salir del pecho, ella es tan… tan… pero… aquella vez…”

Candida abre los ojos y ve a Rodrigo pensativo, sentado en el colchón dándole la espalda. Unas enormes cicatrices recorren la piel del joven desde la altura del hombro hasta la cintura, algunas dicen cosas que no se distinguen con la luz tan tenue de la luna, otras son largas rayas. “viejos dolores” dice el muchacho… “son viejos dolores”
2006-09-11 18:17:14
Cándida observa alarmada la espalda del jóven mexicano alarmada. No dice nada. No es necesario.

- Disculpa, mi anterior profesión es de Ayudante de Enfermería. Ví razonable que te tenía que tener en observación.

El muchacho delgado con ojos de tristeza dijo necesitar un baño, que le agradecía todo lo que había hecho por él, era un ángel.

- No te importe, cielo. Ella le miró con mezcla de compasión y de deseo. Se dijo para sí. No debo, me tomará por una mujer de la calle. ¡Es tan guapo! Me sentí transportada a otro lugar nada más verle. Esa imágen fatal que doy no se corresponde.

El la miraba muy fijamente. No sabía a qué era debido. Se notó el camisón de seda abierto estratégicamente enseñando sus abundantes senos. Ruborizada se tapó.

Mientras el muchacho se estaba dándo una buena ducha fría. Esa muchacha le estaba alterando más de lo estrictamente necesario. El era fiel a su novia. Nunca había conocido otra mujer. Esta rubia era un bombón que cualquiera estaría dispuesto a comerselo. La tenía en la otra habitación mirándolo con esas miradas que sólo le hacía sentir incómodo. Sólo de imaginarse revolcándose por la cama, abrazados los dos. Hummm mejor cerrar los ojos. No quiero lastimarla. Soy un caballero.

_ Rodrigo ¿Estas bien?

El no la escuchaba. Se decició entrar al cuarto de baño, no sea que se desmayara de nuevo. Vió a un hombre envuelto en una toalla con su torso desnudo y aspecto de niño desvalido.

- Cándida, quieres dar luego un paseo por la ciudad.

_ Me va a ser imposible, tengo una actuación en la Sala "Star" en el centro de la ciudad. ¿Querrás venir? Te advierto que canto música heavy, nada de rancheras que no me gustan.

- ¿Por qué no? Gracias de nuevo.
Nos vemos allí, entonces.

Cándida dando un largo suspiro le respondió:

- Si. En taquilla tendrás una entrada a tu nombre.

"Todos los hombres quieren ser mis amigos, mis protectores, pero ¿tan jóven soy?"



2006-09-12 00:12:27
Rodrigo sale del cuarto de Candida y camina a paso tranquilo, manos en los bolsillos del pantalón. Saca un cigarrillo y lo enciende, lo fuma despacio y mira la luna que besa el pasto verde de los jardines. Encuentra una puerta abierta y sale. Cuanto tiempo tenia sin dormir, cuanto tiempo tenía sin ver belleza igual a aquella rubia de hermosos ojos de mar.

La ducha fría le ha sentado bien y ahora el se pasea entre la vegetación, la noche siempre ha sido su aliada, al igual que la madrugada. Toma asiento en una banca y enciende un segundo cigarrillo. Nunca habla de su pasado, de su presente, de sus sentimientos… bah, esos quien sabe cuando se marchitaron, pero quieren renacer, quieren ser hiedra en el muro de su corazón… el dolor… el dolor que cada vez se hace mas insoportable. Debería vivir en el presente y besar esa hermosa boca de manzana, debería tomarla entre sus brazos y sonreír… sonreír…

Muchas veces el silencio lo dice todo, muchas veces la ausencia se vuelve prejuicio, obsesión, aberración y dependencia alcohólica… cree que siente amor… ¿amor?... ese sentimiento murió una noche de luna ensangrentada ahogándose en sobredosis, sus ojos castaños se apagaron para siempre y la sonrisa se deterioro, ya no era la misma mujer que conoció, ya no era la misma tierna chica del cabello violeta y la piel marrón, la imagen se había retorcido, era otra, era la imagen de la muerte precoz que arranco todos los sentimientos de raíz…

Rodrigo termina su cigarrillo y mira hacia el horizonte

el sol comienza a asomarse otra vez…


 2006-09-12 10:21:13 
Mortimer, vuelta a la rutina
-¡Clarita! ¡Alvarito!
-Si jefe-dice Alvarito.
-Ve a sacarte el traje de Batman, y te pones los patines, el bar está lleno y hay clientes sin atender... ¡ah! dejalo a mano, tengo la idea que en algún momento tendremos que usarlo de nuevo...
-¡A la orden jefe!
-¡Morti! ¿Y yo que hago?-dice Clarita con voz sensual y ronca.
-Primero... y ya te lo había dicho... vestirte un poco más ¡Esto no es un salón de stripers!-dice Mortimer con pretendida severidad-después, quiero saber que pasó durante mi ausencia. Dónde diablos está Pestolazzi, que pasó con el casino...
-Morti, solo te quedaste dormido cinco minutos-dice Clarita, entre sollozos-¡Siempre me tienes que retar!
-Bueno, yo...
-Además el inútil de su socio ni apareció a darme una mano hace rato. Se lo llevaron detenido durante el decomiso...
-¡¿El que?!
-D-E-C-O-M-I-S-O... se llevaron todo lo del casino, las ruletas, las mesas de Black Jack, los Bingos, las sillas, las mesas... ¡Todo!
-¿Quiénes?
-La Municipalidad de Ciudad Alegría, y la policía estatal... por falta de habilitación...
-Clarita... antes de ir a ponerte decente, buscame a Pestolazzi.
-Nadie sabe dónde está... creo que después del disgusto, quedó internado... o antes que lo detengan, se fingió loco...
Mortimer queda pensativo, cuándo una voz lo interrumpe.
-Lo molesto Mortimer... hace poco estuve por aquí y no había nadie. Tal vez yo pueda explicar lo que pasó-Alexander se queda en silencio.






2006-09-13 05:35:15
Santi, sentado al final de la barra ha observado a lo largo de la noche las cosas más disparatadas.

El camarero con traje de Batman atendiendo los clientes. Será algo novedoso en este lujoso Hotel. Nunca ha estado a esas horas de la madrugada bebiendo sin cesar.

Los últimos acontecimientos no le han gustado nada. Ahora resulta que tiene un hermano. Mira con ojos de deseo a la camarera, Clarita que va escasamente vestida. Y sus abundantes pechos intentan no escapar de su top. Le gusta esa voz suya entre ronca y sensual.

Podría hacer un dueto con ella, pero en estos momentos no es exactamente lo que está pensando.

Se lía lo que parece un pitillo, pero es marihuana de la mejor calidad. Le ayuda a calmarse, y a flipar un poco.

No sabe si por el efecto de la droga, vé cercano suyo lo más parecido a un ángel. Una muchacha de cabellos trigueños, inmensos ojos azules, tez clara, vestida con un traje de fiesta que está pensativa y sola en el bar con un vaso en la mano. Esta abstraida en sus pensamientos.

Santi dice para sí "está cañón, la tía".

Ella mira continuamente la puerta del bar. ¿Estará esperando a alguien? Este sitio tiene mala fama, de trapicheo, de juego clandestino. No es lugar para una dama como ella."

Lastenia está absorta en todo lo que oye y ve. Piensa que están siendo abducidos por los extraterrestres, no son hadas ni duendes como pensó al principio. Seres de otra galaxia. Estos tipos son raros.

En ese momento entra un muchacho que se dirige tambaleando y la rubia corre a sus brazos.

"Será la yerba que es de baja calidad o esto lo he vivido yo antes"

¡La puta, qué mala suerte si está con ese tío!. Eso no quedará asi, nunca me rindo sin luchar

2006-09-13 05:47:50
Necesito tomar un trago, pensó para si Rosita. Vestida como Vampirella, causa sensación dónde va. Desde que leyó el primer comic de la genial vampira, exuberante belleza. Decidió que siempre se vestiría como su ídolo. Claro ella no chupaba la sangre, más bien al contrario.

Cosas de su querida familia. Su estatus le permitía hacer todo lo que le diera la gana. Así que ya era una celebridad, nadie osaba decirle nada sobre su aspecto. Podrían caer fulminados de una mirada.

Un guapo camarero en patines, con el traje de Batman se acercó. Pensó para sí misma. Estoy en mi ambiente, y el camarero tiene unos ojazos que quitan el sentío, ¡ay, mi arma! Pena, penita, pena que no me quiero casar.

- Camarero, por favor.
- Señora, dígame contestó Alvarito.

- Me pone un Boody Mary.
- Si, como no. Lo veo una bebida de lo más adecuado para Vampirella.
- Mi nombre es Rosita, no se preocupe. Muchos nos confunden. "coqueteó ella gozosa de verse ante tan buen mozo".

Se sentó junto al piano bar, y allí estaba Humprey diciendo "Tócala otra vez Sam". Rosita cerró los ojos y se vió transportada a Casablanca.

Su sobrino Santi salió enfadado por la puerta. No se vieron siquiera.

- Tarara, ra ra ra, tarara, rara ra.
¿Por favor? ¿Me podría traer otro Blody Mary?

Mortimer la miró y se dijo para si, esta es una buena cliente, seguro. Iré a atenderla personalmente, huelo a dinero.


2006-09-13 11:08:24
Mortimer, el anfitrión
-Esta es nueva-piensa Mortimer-
-¡Clarita! ¿Sabes quién es aquella señora?-
-Creo que es parienta de un muchacho que no está nada mal, que está allá... ¡Se fué!... creo que se llama Dorita, Rosita o algo así... ¡Demonios!
-Clarita, cuida el vocabulario. Voy a ver quién esta señora, alcanzame un scocht doble sin hielo.
Mortimer se acerca justo cuándo Alvarito le sirve su Bloody Mary.
-Esa vuelta va por la casa Alvarito. Creo que te dije que te saques el disfraz. Una vampiresa y un hombre murciélago... linda pareja... un gusto ¿Señorita...?
-Rosita.
-Yo soy Mortimer, bienvenida a mi humilde casa...
-¿Humilde? este Bar es una belleza...
-Entonces, mi querida, hacen juego... usted no le va en saga...
Rosita sonríe y baja la vista.





Rodrigo ha perdido su vuelo y se encuentra en su habitación. Miles de hojas yacen en el piso, la ventana esta abierta y el aire fresco juguetea con las hojas llenas de palabras y versos.

“La debo de buscar, como sea, la debo de buscar”

El muchacho se pone una chaqueta, se acomoda un poco el cabello y sale del cuarto rápidamente. Pregunta por ella en el lobby y nadie le da razón, busca en el restaurante y solo encuentra al buen maître que tampoco tiene idea de donde este la dama. Decepcionado y triste entra al bar, pide lo de siempre

“Vino, por favor”

Se siente estupido, impotente, ha perdido la belleza de aquellos ojos, lo terso de esa piel de porcelana. Con la cabeza agachada da el primer trago…



2006-09-13 12:50:33
Escuchó a sus espaldas una triste voz ¡Hola! El joven que estaba absorto en sus pensamientos saluda sin mirar.

Cándida no tiene fuerzas ni para preguntarle nada. El médico del Hotel la hizo un cheque a causa de un desvanecimiento. Su dictamen agotamiento y stress a causa del trabajo. Su recomendación pasar una temporada de descanso. Se le estaban formando pólipos en la garganta de forzar la voz. No debería cantar en una temporada, hasta ser vista por los especialistas.

-¿Oye? ¿Te ocurre algo? “insistió por el muchacho quizá había algún motivo por el cual no asistió al concierto.

El muchacho se volvió y estuvo a punto de tirar su vaso al suelo.

- No, nada. ¿No te marchabas?
- Asuntos médicos lo impiden, tenía que ir a México a dar unos conciertos allí.

El muchacho no dijo nada, se quedó pensativo en las jugadas del destino. Le habían contratado en último momento como telonero para el grupo de sus compatriotas “Delasonica” en el próximo mes en una gira por diferentes partes del continente.

- Te debo una disculpa. Anoche no me encontraba con ánimos de asistir a ningún concierto, la aglomeración de gente, los fans. Era mi última noche, salí a dar un paseo. Necesitaba estar solo.
- Estas disculpado por mi parte. A mi también me sucede a menudo. Prefiero la soledad. Entonces estarás unos días simplemente, yo me voy a mi habitación. Bajaba por una botella de agua mineral. Si coincidimos en el restaurante ahí estaré. Te advierto que no me gusta comer sola.

Con una sonrisa se fue tal y como vino. Rodrigo se dijo: una última copa.