jueves, 4 de octubre de 2018

EL BAR DE MÓRTIMER XL




2006-09-11 14:25:07
Rodrigo no se ha dado cuenta de su estrepitosa caída y su mente sigue fantaseando con hadas y duendes.

Después de unos momentos abre los ojos y siente un fuerte dolor de cabeza, se soba la nuca y mira a su rededor. Al darse cuenta de que ya no esta en el bar de Mortimer se reincorpora rápidamente sobresaltado, observa el reloj, las 3 de la madrugada.

“¿qué diablos…?”

Mira a su derecha y Candida duerme tranquilamente en un sillón. Rodrigo se levanta despacio con la cobija en la mano y tapa a la chica, acomoda una almohada detrás de su cabeza y se sienta sobre el colchón dándole la espalda a la chica, la mira por encima del hombro.

“No se como termine aquí ni lo que pasó, pero gracias” piensa y sonríe mientras que unos cuantos hilos de luz lunar entran por la ventana.

Se soba la nuca tratando de recordar algo.

“Había hadas y duendes… y un hada muy rara me dijo algo de una película de Brad Pitt… ¿estaría hablando conmigo? O seria la absenta, carajo, ya había olvidado los efectos de esta bebida… ahora ¿que hago?; ¿Me voy?, ¿Me quedo? Cuanta confusión, el corazón se me quiere salir del pecho, ella es tan… tan… pero… aquella vez…”

Candida abre los ojos y ve a Rodrigo pensativo, sentado en el colchón dándole la espalda. Unas enormes cicatrices recorren la piel del joven desde la altura del hombro hasta la cintura, algunas dicen cosas que no se distinguen con la luz tan tenue de la luna, otras son largas rayas. “viejos dolores” dice el muchacho… “son viejos dolores”
2006-09-11 18:17:14
Cándida observa alarmada la espalda del jóven mexicano alarmada. No dice nada. No es necesario.

- Disculpa, mi anterior profesión es de Ayudante de Enfermería. Ví razonable que te tenía que tener en observación.

El muchacho delgado con ojos de tristeza dijo necesitar un baño, que le agradecía todo lo que había hecho por él, era un ángel.

- No te importe, cielo. Ella le miró con mezcla de compasión y de deseo. Se dijo para sí. No debo, me tomará por una mujer de la calle. ¡Es tan guapo! Me sentí transportada a otro lugar nada más verle. Esa imágen fatal que doy no se corresponde.

El la miraba muy fijamente. No sabía a qué era debido. Se notó el camisón de seda abierto estratégicamente enseñando sus abundantes senos. Ruborizada se tapó.

Mientras el muchacho se estaba dándo una buena ducha fría. Esa muchacha le estaba alterando más de lo estrictamente necesario. El era fiel a su novia. Nunca había conocido otra mujer. Esta rubia era un bombón que cualquiera estaría dispuesto a comerselo. La tenía en la otra habitación mirándolo con esas miradas que sólo le hacía sentir incómodo. Sólo de imaginarse revolcándose por la cama, abrazados los dos. Hummm mejor cerrar los ojos. No quiero lastimarla. Soy un caballero.

_ Rodrigo ¿Estas bien?

El no la escuchaba. Se decició entrar al cuarto de baño, no sea que se desmayara de nuevo. Vió a un hombre envuelto en una toalla con su torso desnudo y aspecto de niño desvalido.

- Cándida, quieres dar luego un paseo por la ciudad.

_ Me va a ser imposible, tengo una actuación en la Sala "Star" en el centro de la ciudad. ¿Querrás venir? Te advierto que canto música heavy, nada de rancheras que no me gustan.

- ¿Por qué no? Gracias de nuevo.
Nos vemos allí, entonces.

Cándida dando un largo suspiro le respondió:

- Si. En taquilla tendrás una entrada a tu nombre.

"Todos los hombres quieren ser mis amigos, mis protectores, pero ¿tan jóven soy?"



2006-09-12 00:12:27
Rodrigo sale del cuarto de Candida y camina a paso tranquilo, manos en los bolsillos del pantalón. Saca un cigarrillo y lo enciende, lo fuma despacio y mira la luna que besa el pasto verde de los jardines. Encuentra una puerta abierta y sale. Cuanto tiempo tenia sin dormir, cuanto tiempo tenía sin ver belleza igual a aquella rubia de hermosos ojos de mar.

La ducha fría le ha sentado bien y ahora el se pasea entre la vegetación, la noche siempre ha sido su aliada, al igual que la madrugada. Toma asiento en una banca y enciende un segundo cigarrillo. Nunca habla de su pasado, de su presente, de sus sentimientos… bah, esos quien sabe cuando se marchitaron, pero quieren renacer, quieren ser hiedra en el muro de su corazón… el dolor… el dolor que cada vez se hace mas insoportable. Debería vivir en el presente y besar esa hermosa boca de manzana, debería tomarla entre sus brazos y sonreír… sonreír…

Muchas veces el silencio lo dice todo, muchas veces la ausencia se vuelve prejuicio, obsesión, aberración y dependencia alcohólica… cree que siente amor… ¿amor?... ese sentimiento murió una noche de luna ensangrentada ahogándose en sobredosis, sus ojos castaños se apagaron para siempre y la sonrisa se deterioro, ya no era la misma mujer que conoció, ya no era la misma tierna chica del cabello violeta y la piel marrón, la imagen se había retorcido, era otra, era la imagen de la muerte precoz que arranco todos los sentimientos de raíz…

Rodrigo termina su cigarrillo y mira hacia el horizonte

el sol comienza a asomarse otra vez…


 2006-09-12 10:21:13 
Mortimer, vuelta a la rutina
-¡Clarita! ¡Alvarito!
-Si jefe-dice Alvarito.
-Ve a sacarte el traje de Batman, y te pones los patines, el bar está lleno y hay clientes sin atender... ¡ah! dejalo a mano, tengo la idea que en algún momento tendremos que usarlo de nuevo...
-¡A la orden jefe!
-¡Morti! ¿Y yo que hago?-dice Clarita con voz sensual y ronca.
-Primero... y ya te lo había dicho... vestirte un poco más ¡Esto no es un salón de stripers!-dice Mortimer con pretendida severidad-después, quiero saber que pasó durante mi ausencia. Dónde diablos está Pestolazzi, que pasó con el casino...
-Morti, solo te quedaste dormido cinco minutos-dice Clarita, entre sollozos-¡Siempre me tienes que retar!
-Bueno, yo...
-Además el inútil de su socio ni apareció a darme una mano hace rato. Se lo llevaron detenido durante el decomiso...
-¡¿El que?!
-D-E-C-O-M-I-S-O... se llevaron todo lo del casino, las ruletas, las mesas de Black Jack, los Bingos, las sillas, las mesas... ¡Todo!
-¿Quiénes?
-La Municipalidad de Ciudad Alegría, y la policía estatal... por falta de habilitación...
-Clarita... antes de ir a ponerte decente, buscame a Pestolazzi.
-Nadie sabe dónde está... creo que después del disgusto, quedó internado... o antes que lo detengan, se fingió loco...
Mortimer queda pensativo, cuándo una voz lo interrumpe.
-Lo molesto Mortimer... hace poco estuve por aquí y no había nadie. Tal vez yo pueda explicar lo que pasó-Alexander se queda en silencio.






2006-09-13 05:35:15
Santi, sentado al final de la barra ha observado a lo largo de la noche las cosas más disparatadas.

El camarero con traje de Batman atendiendo los clientes. Será algo novedoso en este lujoso Hotel. Nunca ha estado a esas horas de la madrugada bebiendo sin cesar.

Los últimos acontecimientos no le han gustado nada. Ahora resulta que tiene un hermano. Mira con ojos de deseo a la camarera, Clarita que va escasamente vestida. Y sus abundantes pechos intentan no escapar de su top. Le gusta esa voz suya entre ronca y sensual.

Podría hacer un dueto con ella, pero en estos momentos no es exactamente lo que está pensando.

Se lía lo que parece un pitillo, pero es marihuana de la mejor calidad. Le ayuda a calmarse, y a flipar un poco.

No sabe si por el efecto de la droga, vé cercano suyo lo más parecido a un ángel. Una muchacha de cabellos trigueños, inmensos ojos azules, tez clara, vestida con un traje de fiesta que está pensativa y sola en el bar con un vaso en la mano. Esta abstraida en sus pensamientos.

Santi dice para sí "está cañón, la tía".

Ella mira continuamente la puerta del bar. ¿Estará esperando a alguien? Este sitio tiene mala fama, de trapicheo, de juego clandestino. No es lugar para una dama como ella."

Lastenia está absorta en todo lo que oye y ve. Piensa que están siendo abducidos por los extraterrestres, no son hadas ni duendes como pensó al principio. Seres de otra galaxia. Estos tipos son raros.

En ese momento entra un muchacho que se dirige tambaleando y la rubia corre a sus brazos.

"Será la yerba que es de baja calidad o esto lo he vivido yo antes"

¡La puta, qué mala suerte si está con ese tío!. Eso no quedará asi, nunca me rindo sin luchar

2006-09-13 05:47:50
Necesito tomar un trago, pensó para si Rosita. Vestida como Vampirella, causa sensación dónde va. Desde que leyó el primer comic de la genial vampira, exuberante belleza. Decidió que siempre se vestiría como su ídolo. Claro ella no chupaba la sangre, más bien al contrario.

Cosas de su querida familia. Su estatus le permitía hacer todo lo que le diera la gana. Así que ya era una celebridad, nadie osaba decirle nada sobre su aspecto. Podrían caer fulminados de una mirada.

Un guapo camarero en patines, con el traje de Batman se acercó. Pensó para sí misma. Estoy en mi ambiente, y el camarero tiene unos ojazos que quitan el sentío, ¡ay, mi arma! Pena, penita, pena que no me quiero casar.

- Camarero, por favor.
- Señora, dígame contestó Alvarito.

- Me pone un Boody Mary.
- Si, como no. Lo veo una bebida de lo más adecuado para Vampirella.
- Mi nombre es Rosita, no se preocupe. Muchos nos confunden. "coqueteó ella gozosa de verse ante tan buen mozo".

Se sentó junto al piano bar, y allí estaba Humprey diciendo "Tócala otra vez Sam". Rosita cerró los ojos y se vió transportada a Casablanca.

Su sobrino Santi salió enfadado por la puerta. No se vieron siquiera.

- Tarara, ra ra ra, tarara, rara ra.
¿Por favor? ¿Me podría traer otro Blody Mary?

Mortimer la miró y se dijo para si, esta es una buena cliente, seguro. Iré a atenderla personalmente, huelo a dinero.


2006-09-13 11:08:24
Mortimer, el anfitrión
-Esta es nueva-piensa Mortimer-
-¡Clarita! ¿Sabes quién es aquella señora?-
-Creo que es parienta de un muchacho que no está nada mal, que está allá... ¡Se fué!... creo que se llama Dorita, Rosita o algo así... ¡Demonios!
-Clarita, cuida el vocabulario. Voy a ver quién esta señora, alcanzame un scocht doble sin hielo.
Mortimer se acerca justo cuándo Alvarito le sirve su Bloody Mary.
-Esa vuelta va por la casa Alvarito. Creo que te dije que te saques el disfraz. Una vampiresa y un hombre murciélago... linda pareja... un gusto ¿Señorita...?
-Rosita.
-Yo soy Mortimer, bienvenida a mi humilde casa...
-¿Humilde? este Bar es una belleza...
-Entonces, mi querida, hacen juego... usted no le va en saga...
Rosita sonríe y baja la vista.





Rodrigo ha perdido su vuelo y se encuentra en su habitación. Miles de hojas yacen en el piso, la ventana esta abierta y el aire fresco juguetea con las hojas llenas de palabras y versos.

“La debo de buscar, como sea, la debo de buscar”

El muchacho se pone una chaqueta, se acomoda un poco el cabello y sale del cuarto rápidamente. Pregunta por ella en el lobby y nadie le da razón, busca en el restaurante y solo encuentra al buen maître que tampoco tiene idea de donde este la dama. Decepcionado y triste entra al bar, pide lo de siempre

“Vino, por favor”

Se siente estupido, impotente, ha perdido la belleza de aquellos ojos, lo terso de esa piel de porcelana. Con la cabeza agachada da el primer trago…



2006-09-13 12:50:33
Escuchó a sus espaldas una triste voz ¡Hola! El joven que estaba absorto en sus pensamientos saluda sin mirar.

Cándida no tiene fuerzas ni para preguntarle nada. El médico del Hotel la hizo un cheque a causa de un desvanecimiento. Su dictamen agotamiento y stress a causa del trabajo. Su recomendación pasar una temporada de descanso. Se le estaban formando pólipos en la garganta de forzar la voz. No debería cantar en una temporada, hasta ser vista por los especialistas.

-¿Oye? ¿Te ocurre algo? “insistió por el muchacho quizá había algún motivo por el cual no asistió al concierto.

El muchacho se volvió y estuvo a punto de tirar su vaso al suelo.

- No, nada. ¿No te marchabas?
- Asuntos médicos lo impiden, tenía que ir a México a dar unos conciertos allí.

El muchacho no dijo nada, se quedó pensativo en las jugadas del destino. Le habían contratado en último momento como telonero para el grupo de sus compatriotas “Delasonica” en el próximo mes en una gira por diferentes partes del continente.

- Te debo una disculpa. Anoche no me encontraba con ánimos de asistir a ningún concierto, la aglomeración de gente, los fans. Era mi última noche, salí a dar un paseo. Necesitaba estar solo.
- Estas disculpado por mi parte. A mi también me sucede a menudo. Prefiero la soledad. Entonces estarás unos días simplemente, yo me voy a mi habitación. Bajaba por una botella de agua mineral. Si coincidimos en el restaurante ahí estaré. Te advierto que no me gusta comer sola.

Con una sonrisa se fue tal y como vino. Rodrigo se dijo: una última copa.




  

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