2006-06-06 14:41:18
Olegariio quiere
que el Sr. Radamante le haga regresar al pasado.
Brunelli ha dejado a las damas de Yorsire. Ni sabe cómo las dejó ni cómo las
encontró. Suponemos que ellas tampoco saben nada de nada. Las seducciones de
Brunelli son para mear y no echar gota, con perdón, Sr. Radamante.
Brunelli asiste a la proyección del Sr. Radamante, en su propia cabina, del
video casero grabado desde la salida hasta el día de la fecha.
Olegario sabe que se ha perdido algo y le pide al Sr. Radamante si podría
introducirse en la pantallita del video, para vivir el pasado como está
viviendo este presente cinematográfico. El Sr. Radamante le dice que ni el mago
Merlín podría hacer semejante milagro.
Brunelli se atora, se siente confuso, triste...
-¿Y ya acabó todo, Sr. Radamante? ¿No podríamos cenar con el capitán, y volver
a ver Valparaiso, donde creo que dijeron aquello de... "más quiero honra
sin barcos, que barcos sin honra". Yo preferiría más barco y más comidas
que honra. Y jugar al golf y degustar martinis y bañarme en la piscina, aunque
no tenga bañador y....
-¿De verdad Sr. Radamante que ya acabó todo?
Olegario Brunelli, humorista -
2006-06-05 23:41:57
Radamante le cuenta a Brunelli, la impresión de otros pasajeros del cruisse
del "MILLENIUM"
No tengo idea, que diablos se fue a hacer Brunelli, con las damas de Yorkshire,
que le presenté durante la cena de gala... pero como eran Madre e Hija, supongo
se lo habrán dividido equitativamente.....
Harta vergüenza me produjo don Olegario, comiéndose las gambas al ajillo con
las manos, sin usar las tenazas, pero en fin.. se chorreó toda la camisa (US$
40) con aceite de oliva....
Pero he aqui lo que relatan otros pasajeros a bordo del MILLENNIUM desde
Valparaiso a a Arica (Chile):
A bordo del Millennium, las cosas se viven a otro ritmo. Los días
parecen tener más horas, los quehaceres llegan cada mañana convertidos en un
programa de actividades que te arrojan por debajo de la puerta, y la mayor
preocupación es elegir qué hacer. Así es la vida... A bordo de un crucero,
desde luego.
Valparaíso se pierde de vista mucho antes de que el Millennium, el crucero que
será nuestro hotel durante tres noches, siquiera prenda los motores. Hace
apenas un rato, desde el deck 10 podías ver la iluminada silueta nocturna del
puerto, pero ahora una neblina cada vez más espesa se lo ha tragado todo.
Imagina esta escena como un resumen de lo que será esta breve travesía en uno
de los barcos más nuevos y lujosos de Celebrity Cruises: vamos de Valparaíso a
Arica en tres noches, sin escalas ni tierra a la vista. Dicho de otro modo, es
como si el mundo exterior desapareciera y todo lo que necesites para
entretenerte o distraerte en los próximos días lo encontraras de este lado de
las barandas del Millennium.
Claro, cuando estás a bordo de un barco como éste, eso no es problema. Se
supone que todo lo que se te ocurra, y otras cosas que ni sospechas, está
disponible en el laberinto de ascensores, pasillos, cartelitos y escaleras que
es este barco de once cubiertas, capaz de acarrear más de dos mil personas.
Toma un rato acostumbrarse al lugar y es en eso precisamente, en ubicarte, que
te pasas buena parte del primer día a bordo.
O sea, mientras los otros pasajeros embarcados en alguna escala previa (este
crucero partió en Buenos Aires) gastan las horas jadeando por las calles de
Valparaíso o en los tures que mezclan Santiago+vinos, uno cumple con el tedioso
trámite de registro, prueba la champaña de bienvenida, hojea el imprescindible
mini-mapa del barco que entregan junto con las "llaves" magnéticas -
que además sirven de tarjeta para pagar a bordo- y se larga a su camarote.
Reconocida la habitación, ya puedes empezar a enterarte de ciertas cosas. Como
que cada noche arrojan un informativo bajo la puerta, con todo lo que pasa en
el barco y el detalle del programa de actividades. El de hoy por ejemplo ofrece
una degustación de martinis en el deck 5, unos mojitos en la "fiesta de
bienvenida a bordo" del deck 11, una demostración de los cariñitos que
puedes hacerte más tarde en el spa, o una práctica en el moderno simulador de
golf.
Interiorizado ya sobre la agenda, también te informas sobre horarios de
restaurantes, ventas especiales en el duty free y códigos de vestimenta, que ya
no se siguen con el odioso rigor social del pasado, pero que debieras tener en
cuenta. Al menos a la hora de la cena en algunos restoranes. Para días
"casuales", la norma es camisa y pantalón sport; "informales",
chaqueta y, si quiere, corbata; "formales", frac o traje oscuro. Y
antes de que empieces a inquietarte, el mentado informativo indica qué
corresponde a cada noche.
Así las cosas, siempre hay opciones. Al menos el Casual Dinning Boulevard y el
Ocean Cafe son relajados. Por el contrario, en el amplio Metropolitan y
especialmente en el Olympic (que exige reservación previa y cobra un cargo
adicional), la cosa es elegante todo el tiempo.
Terminadas las presentaciones, sólo queda recorrer el lugar. A propósito, lleva
zapatos cómodos. Para que te hagas una idea, en el deck 11 hay un sendero de
trote que rodea toda la cubierta: tres vueltas equivalen a un kilómetro. Y
bueno, hay varias razones para sumar kilómetros. Si es de noche, ahí mismo está
el bar-discoteca Cosmos, y cinco niveles más abajo, el amplio teatro Celebrity,
con escenario y juego de luces que harían llorar de envidia a varios recintos
santiaguinos; el deck 3, en el otro lado del barco, tiene la sala de cine, y a
medio camino de todo hay bares, tiendas, casino... O sea, harto. Claro que esta
noche, todo ese despliegue parece un gran exceso. Pasa de las doce y abundan
las mesas vacías en todos lados.
Buen desayuno. Buena vista. Mal clima. O sea, ni tan malo. Está algo frío, el
cielo es gris y oscuro, hay un poco de llovizna, y nadie se anima con la
piscina y los jacuzzis al aire libre; en cambio, los que están bajo techo -
igual que el spa y el gimnasio- están llenos.
En estas circunstancias, uno elige. Muchos pasajeros simplemente pasean,
conversan con tipos que hace poco eran desconocidos, juegan con sus vasos
whiskeros en el bar, se preparan un café, o van por uno de esos buenos conos de
helado que se ofrecen casi todo el día en el sector del Ocean.
Un vistazo al programa de hoy: masajes al lado de la piscina a las 9 de la
mañana; clases gratuitas de golf y de vals a las 10; degustación de vinos a las
14.30; bingo para ganarse una suite a las 15.45... Pero instalarse a leer con
vista al mar (perdón por lo arbitrario del juicio) no tiene comparación: hay
muchos sitios en el barco, pero la recomendación es buscar alguno de los
pequeños sillones rojos frente a la recepción, en el deck 3, que permiten estar
a pocos metros del mar y a muchos de los sectores más ruidosos (es un decir).
Se vagabundea harto en el Millenium. Cuando te cansas de leer, caminas en busca
de lo que sea. Unos dólares en el casino, esperando que las campanitas ahora
repiquen por ti. O un puro en el Ocean Cafe Bar.
La mayoría de los pasajeros de este barco, como es usual en los de Celebrity,
es gente mayor. "Gringos jubilados", y otros más sibaritas que el
RADAMANTE, piensas de buenas a primeras, repitiendo el lugar común. "Con
buena billetera", tienes que agregar luego. Todo eso explica, seguramente,
las muy concurridas cenas elegantes (para la noche formal se agotan los fracs
que se arriendan en el barco, aunque es evidente que muchos pasajeros tienen
los propios), y los poco exitosos trasnoches en la discoteca.
Dicen algunos tripulantes que es distinto cuando tocan los cruceros por el
Caribe. Más animado.
El panorama es el siguiente. La cena la preside el capitán en el restaurante
Metropolitan, uno de los dos más exclusivos a bordo (el otro, ya lo dijimos, es
el Olimpic), y las decenas de mesas de este elegante salón de dos pisos se
repletan de humitas, chaquetas de solapa satinada (o ternos oscuros, la
alternativa), vestidos largos y joyas. También hay música en vivo, un menú de
esos con nombres imposibles de retener, y conversación relajada. Postre, café,
levantamiento generalizado, pausa en el bar, cigarros, y el grueso de la tropa
de "pingüinos" parte al otro extremo del barco, al teatro Celebrity,
donde el capitán recibe a los pasajeros, se fotografía con ellos y luego todos
se instalan a ver el espectáculo de esta noche: un recorrido bien sui generis,
que incluye el soundtrack casi completo de "Priscilla, la reina del
desierto", logrados momentos de blues y soul, y otros lamentables de
ritmos "hispanos", ese raro concepto con el que los gringos abarcan
casi todo lo que hay entre Miami y Brasil.
Un par de whiskys más tarde, sales a la cubierta y el viento suavemente tibio
te recuerda que vas rumbo norte.
La rutina se repite. De eso se trata un poco éste y prácticamente todos los
cruceros del mundo: viajar cómodamente, como en un elegante hotel que flota,
sin grandes sobresaltos, sorpresas ni cambios más trascendentales que despertar
y que haya un día más luminoso que justifique desempacar el bronceador. Como
hoy.
Puedes volver por el traje de baño o - siempre hay algo más que hacer- saldar
tu deuda con "Diarios de motocicleta" en el cine. A la salida, con la
canción de Drexler - y algo de melancolía- encima, partes al camarote, preparas
la corbata, vas a la cena, conversas un rato, te saltas el espectáculo de la
noche y haces escala en alguno de los bares. Mientras bajas lentamente un
whisky, repasas algunas historias recolectadas sin demasiado esfuerzo durante
el día (un tripulante chileno en el casino; un barman español que sabe de
piscolas; una bonita mesera peruana que aguarda su primera escala en Callao).
Sales al aire libre. Ves gaviotas, una luna grande y amarillenta, y ya sabes el
final de esta historia: al amanecer estaremos en Arica, y nuevamente la vida
volverá a tener sentido más allá de las barandas.
Olegario: ¿Vamos a ir este año de nuevo?
Radamante-303
2006-06-06 14:41:18
Olegariio quiere
que el Sr. Radamante le haga regresar al pasado.
Brunelli ha dejado a las damas de Yorsire. Ni sabe cómo las dejó ni cómo las
encontró. Suponemos que ellas tampoco saben nada de nada. Las seducciones de
Brunelli son para mear y no echar gota, con perdón, Sr. Radamante.
Brunelli asiste a la proyección del Sr. Radamante, en su propia cabina, del
video casero grabado desde la salida hasta el día de la fecha.
Olegario sabe que se ha perdido algo y le pide al Sr. Radamante si podría
introducirse en la pantallita del video, para vivir el pasado como está
viviendo este presente cinematográfico. El Sr. Radamante le dice que ni el mago
Merlín podría hacer semejante milagro.
Brunelli se atora, se siente confuso, triste...
-¿Y ya acabó todo, Sr. Radamante? ¿No podríamos cenar con el capitán, y volver
a ver Valparaiso, donde creo que dijeron aquello de... "más quiero honra
sin barcos, que barcos sin honra". Yo preferiría más barco y más comidas
que honra. Y jugar al golf y degustar martinis y bañarme en la piscina, aunque
no tenga bañador y....
-¿De verdad Sr. Radamante que ya acabó todo?
Olegario Brunelli, humorista -
2006-06-06 22:23:38
RADAMANTE relata su paso por el Estrecho de Magallanes a bordo del
MILLENNIUM.
El Estrecho de Magallanes
El Estrecho de Magallanes se encuentra al norte de Cabo de Hornos, y tiene una
anchura de 4 a 24 kilómetros que separan Tierra del Fuego de la masa
continental americana.
Mientras que ahora sólo se tardan unas horas en recorrer los 530 km de longitud
del estrecho,
cuando lo descubrió el explorador portugués Fernando Magallanes en 1520 se
necesitaban 38 días
para navegar del Océano Atlántico al Pacífico.
Magallanes, que fue el primero en dar la vuelta al mundo, se encontró con
numerosos problemas en
su viaje del Pacífico, que al final ¡e llevó a atravesar el estrecho, al que
llamó deTodos los
Santos, acosado los motines a bordo y los
El explorador zarpó en septiembre de 1519 en busca de un pasaje hacia el oeste
con cinco barcos:
laTrinidad, el San Antonio, la Concepción, la Victoria y el Santiago, y una
tripulación
de 270 hombres....( y yo no estaba alli).... Tras hacer una parada en
las Islas Canarias y de cruzar el ecuador el 20 de
noviembre de 1519, avistaron Brasil. Magallanes era reacio a desembarcar en
territorio portugués porque sus barcos navegaban bajo bandera española, pero al
final atracó en la costa de lo que es hoy Río de Janeiro.
El Santiago partió a lo largo de la costa oriental con rumbo sur para buscar un
pasaje a través
de América del Sur, pero por desgracia se encontró con un mar traicionero y
naufragó. Magallanes
entonces puso rumbo sur con los tres barcos restantes hasta dar con el pasaje
a! Pacífico que
esperaba existiera. Los cuatro barcos, primero el Santiago en solitario y luego
los otros,
comenzaron la travesía del difícil estrecho: sólo tres
alcanzaron el Pacífico. El capitán del San Antonio dio la vuelta y regresó a
España sin permiso y
con la mayor parte de las vituallas tan necesarias para la tripulación de los
otros tres barcos.
Cuando Magallanes llegó al Océano Pacífico esperaba encontrar las Islas Molucas
(o Islas de las Especias) al cabo de un par de días; nada sabía Magallanes de
la enormidad del Océano Pacífico: la travesía hasta las islas les llevó más de
cuatro meses.
Magallanes está considerado como el primero en dar la vuelta al mundo, pero no
lo hizo en un
viaje ininterrumpido. Fue en un viaje a las Indias Orientales, cuando pasó las
Filipinas
sobreponiendo éste a otro de sus viajes anteriores cuando se le reconoció el
haber dado la vuelta
al mundo.
Los Océanos
Sin dar la vuelta al Cabo de Hornos, sólo hay dos formas de viajar del Océano
Atlántico al
Pacífico y viceversa: una es atravesando el Estrecho de Magallanes y la otra,
el canal artificial
de Panamá. Fue Magallanes quien, al ver aquella inmensidad de aguas tranquilas
de superficie
inalterada, dio al océano el nombre de Pacífico.
El Océano Atlántico es el segundo más grande del mundo, después del Pacífico,
que cubre 1 /3 de la superficie total de la Tierra. El Atlántico, por su parte,
se expande sobre el 20% de la superficie del planeta.
El Atlántico es el océano más navegado por famosos exploradores, como los
vikingos, los portugueses y Cristóbal Colón. Gracias al descubrimiento de
Colón, el Atlántico es hoy en día la mayor ruta entre Europa y América.
Aunque Magallanes fue el primero en pasar del Atlántico al Pacífico, los
primeros europeos que llegaron al Pacífico fueron los que viajaban en la
expedición de Vasco Núñez de Balboa, que cruzó el Istmo de Panamá en 1513.
Durante mucho tiempo, al Pacífico se lo conoció como "el lago
español", hasta la llegada de Francis Drake en 1572, y tras él de otras
expediciones inglesas, holandesas y francesas.
Se piensa que la del Pacífico es la más vieja de las cuencas oceánicas, con un
suelo rocoso de unos 200 millones de años. El Atlántico es e! más joven de los
grandes océanos terrestres, con una antigüedad de 150 millones de años.
Pero hay algo sobre lo que todos los exploradores de antaño estaban de acuerdo:
era menos peligroso el paso de un océano al otro cruzando el Estrecho de
Magallanes que dando la vuelta al Cabo de Hornos. Y se tardaba menos.
Plan de viaje:
Esto es el plan de viaje del Millennium navegando desde Punta Arenas hacia el
Puerto Montt. Antes el viaje por los canales y fiordos de Chile, el barco
pasará por el estrecho de Magallanes.
Salida del Estrecho de Magallanes a las 5.00am,
Celebrity Cruises donde las mejores cosas de la vida están en alta mar.
Navegar es una de las partes más agradables de un crucero. Hoy, viajando por el
estrecho de
Magallanes, es un día ideal para pasar una mañana relajante en nuestro
gimnasio, tomar un sauna,
disfrutar del placer de un masaje profundo y relajante, o unirse a una clase
que realiza ejercicios rápidos. Puede probar su fortuna en el juego asistiendo
al Snowball Jackpot Bingo.
Leer un buen libro, o ver una película en español en canal 37 de la televisión
en su habitación,
o escuchar una de nuestras charlas interesantes o participar en una de las
actividades. Participa en la clase de baile, observe las obras de arte o
participe a los juegos de trivial. Por la tarde, asista a varios juegos y
actividades, o tiene la opción de pasar un rato en nuestro Cosmos Nightclub
observando el mar. A las 2:00pm estaremos cercado al Glaciar Skua. A las 5:00pm
tenemos
juego con premios en español. A las 7:45pm los invitamos en la discoteca para
disfrutar de música
latinoamericana con el grupo Centerfold. Vístase después para una noche
inolvidable con el
espectáculo magnífico en el teatro Celebrity con o disfrute de la música
hispana del guitarrista
Pepe de José. Pase una noche de Disco con fantástica música en el Cosmos
Nightclub. ¿Porqué no una visita en nuestras boutiques libros de impuestos
después de la cena? Nos hace placer cuidarles a bordo del Millennium durante su
día de navegación.
Entrada Canal Nelson Entrada Canal Castro Llegada SKUA Glaciar Entrada Canal
Concepción Entrada Canal Trinidad
a las 9:30am alas 10:30am alas 2;00pm a las 6:30pm
15 de marzo 15 de marzo 15 de marzo 15 de marzo 15 de marzo 15 de marzo a las
7:45pm
'Horas de llegada son sujetas a cambio dependiente del viento, visibilidad, el
tiempo etc. La entrada en la Bahía de Ame!ie para visitar e! Glaciar de Skua es
sujeta a cambio dependiente de
las condicione meteorológicas.
El Capitán
Radamante-303
Brunelli quiere
hacer una excursión por el glaciar
Brunelli asistió a la conferencia del Sr. Radamante con la boca abierta (se
comió media docena de moscas durante ella). Brunelli cada vez admira más la
cultura renacentista del Sr. Radamante. Además lo narra tan bien que Brunelli
casi, casi lo ha vivido. No obstante se quedó con la copla del glacial Skua.
-Me encanta leer libros en alta mar, señor Radamante, pero preferiría una
excursión al glacial. Tengo curiosidad por saber si me capa de grasa será
suficiente para soportar las gélidas temperaturas. Me pondré un gran letrero en
rojo:
-NO SOY UNA FOCA, SOY BRUNELLI
-¿Qué le parece esa excursioncita? Ande, no sea malo y haga de guía por el gla cial.
Olegario Brunelli, humorista -