lunes, 22 de agosto de 2022

TEATRO MÁGICO VIII

 


2006-05-23 21:53:12
RADAMANTE le explica a Brunelli, sobre Por Stanely, que nada pudo ver. Mañana salimos para Ushuallia.
Antes que nada, le digo que el único remedio que conozco para la "resaca" es el NARAMIG (Naratriptan Clorhidrato) especial para la jaqueque o "Migraña".

Port Stanley, conocido también simplemente como Stanley, es la capital de las Islas Malvinas, un archipiélago situado en el Atlántico Sur.
Stanley es la capital más pequeña y más remota del mundo y tiene una población de tan sólo 3.000 habitantes. En realidad, se parece mucho a cualquier pueblo, con una catedral, un edificio gubernamental y distintos servicios para sus residentes.
Fue el puerto, con su protectora ensenada, lo que atrajo a los ingleses a lazona. Aunque hace mucho el puerto de Stanley era el lugar de partida para muchos balleneros, luego sirvió de base naval durante la SegundaGuerra Mundial, y actualmente lo utilizan los comerciantes para la importación y la exportación.
Los principales objetos de exportación, son la grasa de foca, la lana y el cuero de oveja. La importación la integran principalmente la madera, la ropa, distintos alimentos, carbón y petróleo.
Lugares de Interés
En la ciudad hay diversos lugares interesantes que a los turistas les gusta visitar, y otros más fuera de la ciudad.
La catedral de Christ Church, terminada en 1892, se considera el monumento más sobresaliente de la ciudad. Está construida con ladrillos y piedras gigantescas, y se caracteriza por sus cristaleras de colores y su tejado metálico pintado con llamativo colorido. De hecho, el colorido de sus casas, con tejados metálicos del mismo tipo que el de la iglesia, constituye gran parte del encanto de Stanley.
En su interior, la catedral tiene varias placas en honora los malvineros que combatieron bajo mando británico durante las dos guerras mundiales. Junto a la catedral hay una pequeña plaza con un arco hecho de huesos de ballena, erigido en 1933 para conmemorar el centenario del gobierno británico de la isla.
El edificio del gobierno es probablemente el lugar más fotografiado de Port Stanley, y desde mediados del siglo XIX ha sido la sede de los gobernadores de las islas, elegidos por el gobierno británico. Este sinuoso edificio, alejado unos 15 metros de la calle, tiene una tradición por la cual los visitantes firman en un registro especial. Sin embargo, con el aumento de visitantes es difícil llevar la cuenta, y algunos se cuelan sin firmar. En él se encuentra la biblioteca municipal, las oficinas de funcionarios públicos, y la sede del gobierno local.
El Monumento Conmemorativo de la Guerra (War Memorial) fue construido en 1982 en recuerdo de las víctimas de la guerra de las Malvinas que tuvo lugar ese mismo año. Fue construida por voluntarios y diseñada por un malvinero que se encontraba en el extranjero cuando estalló la guerra.
Otro monumento dedicado a la guerra es el Monumento de la Batalla de las Malvinas, que conmemora el enfrentamiento naval entre fuerzas alemanas y británicas en 1914 durante la Primera Guerra Mundial. El monumento describe los sucesos protagonizados por nueve barcos británicos, que estaban atracados para repostar cuando cinco barcos alemanes lanzaron un ataque sorpresa contra el sur de Chile. La rápida respuesta de los británicos acabó por hundir cuatro de los cinco barcos alemanes.
El Museo de la Islas Malvinas tiene su propia historia. Fue la base del oficial de las Fuerzas Aéreas Argentinas responsable también del servicio aéreo entre Stanley y Comodoro Rivadavia. Tras la guerra con Argentina de 1982, se convirtió en la residencia del Comandante de las Fuerzas Aéreas británicas en las Islas Malvinas.
Actualmente, el museo alberga una colección muy informativa de objetos relacionados con la vida en las Malvinas. Hay también varias piezas importantes relacionadas con la historia natural, así como información sobre la historia marítima de la isla.

ATENCION: La última lancha sale de Port Stanley a las 5.30 de la tarde y el MLLENNIUM zarpará para Ushuaia, Argentina poco después.
Nota Importante: Si usted pierde el barco es su responsabilidad de organizar el viaje hasta nuestro próximo puerto.
Tarjeta de Embarque
Su tarjeta Celebrity SeaPass es su identificación para el barco. Por favor recuerden llevarla consigo siempre, así como una identificación con foto. Cuando regrese a bordo deberá mostrarla a los oficiales de seguridad a bordo. Para tener un procedimiento rápido y fácil, por favor tenga la tarjeta Celebrity SeaPass en su mano antes de entrar o salir del barco. Como forma adicional de seguridad, los oficiales de seguridad en la salida harán un control de sus bolsos de manera aleatoria. Le agradecemos de antemano por su cooperación.

Y Bueno señor Brunelli, prepárese bien, porque esta noche tenemos cena de gala, y le presentaré a las damas de Yorkshire, y a HASAN, nuestro mozo.....


Radamante-303

Radamante-303

2006-05-25 22:07:06
MiA y Jean Pierre Lacoitture, se introducen en el TEATRO MAGICO: He aqui lo que vivieron:

CATULLI CARMINA
LUDI SCAENICI
(1943)
Carl Orff (Munich 1895 -Munich 1982)

Coro

( a la izquierda los muchachos, a la derecha las muchachas, en el centro los viejos)

Muchachos, Muchachas
¡Para siempre!
Eis aiona!
Tuyo soy
Eis aiona!
tuyo soy!
oh, vida mía,
Eis aiona!
tuyo soy,
eis aiona

Muchachos
Tú, querida
mi querida amiga
eres mi cariño

Muchachas
cariño!

Muchachos
¡Cariño mío,
cariño mío!

Muchachas
¡cariño, cariño
dime, dime
que me amas!

Muchachos
Oh, tus ojos
joyas brillantes,
fulguran, me reflejan
como espejos.

Muchachas
espejos, espejos,
¿tus espejos?

Muchachos
Oh, tus tiernos
tiernos, tiernecitos,
tiernos, tiernecitos,
tus labios.

Muchachas
Cuidado, cuidado,
ten cuidado!

Muchachos
invitan a jugar.

Muchachas
Cuidado, cuidado
ten cuidado!

Muchachos
Oh tu lengüecita,
tu lengüecita,
vibra rápida e inquieta
como una víbora.

Muchachas
Cuidado,
ten cuidado,
cuidado con mi víbora
cuidado con mi víbora,
o te muerde

Muchachos
¡Muérdeme!

Muchachas
¡Bésame!

Muchachos
¡Muérdeme!

Muchachas
¡Bésame!

Muchachos
¡Muérdeme!

Muchachas
¡Bésame!
¡Bésame!
¡Bésame!

Muchachos, Muchachas
¡Ah!

Muchachos
Tú eres Venus
Tú eres Venus,
eres Venus!

Muchachas
¡Feliz de mí!
¡Feliz de mí!

Muchachos
En ti
en ti
en ti habitan
todas las alegrías,
todos los placeres,
todos los gozos.

En ti,
en ti,
en tus abrazos,
en tus grandes abrazos,
está todo,
está todo,
mi vida.

Muchachas
¡Feliz de mí!

Muchachos, Muchachas
¡Para siempre!
¡Para siempre!
¡Para siempre!

Viejos (mordaces)
"¡Para siempre,
para siempre,
para siempre!"

¡Ridiculeces!
¡Ridiculeces!
Tontería inmensa.

Nada puede durar
un tiempo perpetuo.
Cuando el Sol brilla bien,
es reflejado por Océano.
Decrece Febe (Luna),
después que estuvo llena,
La fiereza de Venus se hace,
a menudo, un soplo leve.

"Tiempo,
no es tiempo
de amores
y alcoba"

Apagada la lámpara
no hay confianza,
todas las cosas son pérfidas.

¡Oh, brutos,
estúpidos,
necios!

Un Viejo
¡El de la linterna,
sujeta la escalera!

Viejos
Oíd,
oíd y ved!:

"Canciones de Carlo Sun".....

Muchachos, Muchachas
¡Oigamos!

ACTO I

(Carlo Sun junto a una columna)

Odio y amo, tal vez preguntes
por qué lo hago.
No lo sé, pero siento
que soy torturado y transformado.

(entra Tormenta)

Tormenta, Carlo Sun
¡Vivamos, Tormenta mía y amémonos,
y que los rumores
de los viejos ceñudos
no nos importen nada!.

Los soles pueden ponerse y salir:
para nosotros,
una vez que cae la breve luz,
la noche es eterna para dormir.

Dame mil besos, luego cien,
luego otros mil,
luego otros cien,
luego otros mil más,
y luego cien.

Luego, cuando llevemos
muchos miles,
confundámoslos todos,
para que no los sepamos,
y ningún malvado pueda aojarnos
al saber cuántos besos han sido.

(Tormenta y Carlo Sun, sentados junto
a la columna)

Me parece que es como un dios,
me parece, si es posible,
que supera a los dioses
aquel que, sentado frente a ti,
puede contemplarte y oírte
riendo dulcemente, dicha que priva
a mi alma de todos los sentidos,
porque apenas te veo,
Tormenta, no hay nada sobre mí.

Mi lengua se para,
un fuego sutil corre
bajo mis miembros,
con un sonido extraño
me tiemblan los oídos,
y una noche doble cubre mis ojos.

(Carlo Sun duerme en el regazo
de Tormenta)

El ocio, Carlo Sun, te es molesto:
el ocio crea en ti demasiados
arrebatos de excitación,
el ocio, antes que a ti,
perdió a reyes
y a ciudades felices.

(Entran los amantes. Tormenta deja a
Carlo Sun durmiendo. Tormenta baila en
la taberna para los amantes. Entra
Alvarito. Carlo Sun despierta)

Alvarito, nuestra Tormenta,
aquella Tormenta,
esa Tormenta, a la que Carlo Sun amó
mas que a sí mismo y a los suyos,
ahora en plazuelas y callejones
despelleja a los descendientes
del magnánimo Remo.

Con nadie más que conmigo
dice mi amada que se uniría,
ni aunque Júpiter mismo
se lo pidiera.
Eso dice: pero lo que dice
la mujer enamorada a un amante
conviene escribirlo en el viento
y en el agua rápida.

(Carlo Sun y Alvarito salen).

Los viejos
Estupendo!
Muy bueno, muy bueno!

ACTO III

(Es de noche. Carlo Sun duerme en la
calle ante la casa de Tormenta.
Soñando, ve a través de la casa, a Tormenta y a él mismo abrazados en el lecho)
Me prometes, vida mía,
que este nuestro recíproco amor
ha de ser feliz y perpetuo.
Grandes Dioses,
haced que sea capaz
de mantener su promesa
y que lo diga sinceramente
y de corazón,
para que podamos prolongar
por toda la vida
el imperecedero lazo
de un amor santo.
"Duerme, duerme,
ahora duerme"
(Tormenta acaricia a un amigo)

Escena Lasciva

(Carlo Sun reconoce en sí mismo
a Alvarito. Carlo Sun despierta;
la casa cubierta en tinieblas)

Carlo Sun
¡Oh, mi Tormenta!
Deja de querer hacer el bien
a nadie en lo más insignificante,
y no pienses que persona alguna
es capaz de mostrarse agradecida.
Todo es ingratitud,
de nada sirve obrar bien,
por el contrario, trae fastidio,
y lo que es peor, perjuicios.
Tal me sucede a mí,
que nadie me persigue
con más rabia y encarnizamiento
que el hombre que hasta hace poco
me consideró como
su sólo y único amigo.

Viejos (aplaudiendo)
¡Bien, bien, muy bien!
¡Bravo, bravo ,bravo!

ACTO III

(Hay luz. Carlo Sun está
junto a la columna)

Carlo Sun
Odio y amo,
tal vez preguntes por qué lo hago.
No lo sé,
pero siento que así me sucede
y me tortura.
(Clara, hermosa muchachita,
aparece en la ventana y Carlo Sun,
apasionado, le escribe una carta.)
Yo te ruego, mi dulce Clara,
mis delicias y mi encanto,
que me invites
a echar la siesta contigo.
Y si me invitas, da órdenes
para que nadie
eche el cerrojo de la puerta,
y a ti no se te ocurra salir fuera.
Quédate en casa y prepárate
para que disfrutemos
de nueve coitos seguidos.
Si en verdad estás dispuesta,
invítame inmediatamente:
Pues cuando después de comer
me tiendo boca arriba
atravieso la túnica y el manto.
(Entra Nikita, joven corrompida,
que choca con Carlo Sun)
Nikita, joven corrompida
me ha pedido diez mil sestercios,
esa joven de nariz fea,
amiga del manirroto de Formio.
Parientes a cuyo cargo
está la joven, llamad a los amigos
y a los médicos:
la muchacha no está en sus cabales,
no preguntéis que le ocurre:
padece alucinaciones.
(Carlo Sun aparta a Nikita.
Entre amantes y meretrices
que pasan, Carlo Sun implora
a Tormenta una y otra vez.)
Desgraciado Carlo Sun,
deja de hacer tonterías,
y lo que ves que ha muerto,
dalo por perdido.
Brillaron para ti,
en otro tiempo, días luminosos,
cuando a menudo acudías
a donde te llevaba una jovencita,
amada por nosotros como
jamás será ninguna.
Allí tenían lugar entonces,
aquellos innumerables goces
que tú deseabas y ella no rechazaba.
Cierto es que brillaron para ti
días luminosos.
Mas ahora, ella no quiere:
también tú, aun no pudiendo,
deja de querer,
y no corras tras la que te huye,
ni vivas desgraciado,
sino obstinadamente resiste
y no cedas.
¡Adiós muchacha!
Ahora Carlo Sun se ha endurecido,
no te buscará ni te suplicará
para que le rechaces:
Pero tú llorarás cuando
no te ruegue más.
¡Desgraciada, ay de ti!
¡Qué vida te espera!
¿Quién se te acechará ahora?
¿A quién parecerás hermosa?
¿A quién amarás ahora?
¿De quién dirás que eres?
¿A quién besarás?
¿Qué labios morderás?.
Pero tú, Carlo Sun,
como te has propuesto,
mantente firme.
(Carlo Sun corre titubeante entre los amantes. Entran Alvarito y Tormenta)

Tormenta
¡Carlo Sun!

Carlo Sun:
¡Tormenta!

(La rechaza)

Ninguna mujer puede decir
que ha sido amada tan sinceramente,
como lo has sido tú por mí,
Tormenta mía.
Ningún pacto de amor fue jamás
respetado con tanta fidelidad
como yo, por mi parte,
he mostrado en mi amor hacia ti.
A tal punto se ha reducido mi alma por tu culpa, Tormenta mía,
y tanto se ha arruinado
ella misma por su fidelidad,
que ya no puede quererte,
aunque te volvieras
la mejor de todas,
ni dejar de desearte,
aunque por todos los medios
lo intentaras.

(Tormenta huye a su casa.)

Concluye este juego escénico.

CORO

(Los jóvenes, ya de día,
excitados por este espectáculo,
son de nuevo consumidos mutuamente
por la pasión)

Muchachos, Muchachas
¡Para siempre!
Eis aiona!
Tuyo soy

Viejos
¡Basta ya!

Muchachos y Muchachas
Eis aiona!
Levantad las caras!!
¡Io!

Jean-Pierre Lacoitture-302

No hay comentarios: