Si tienen algún problema con la
limpieza de las habitaciones o con el servicio en general, si quieren contar lo
que ocurre en pasillos y habitaciones, si los ascensores se estropean o
simplemente quieren charlar con la gobernanta-jefe, la señorita Ñampira,
asómense a este lugar. Como Ñampira tendrá que ausentarse y tomarse respiros la
sustituirá Marianela, la criticona, una madura periodista del corazón, hoy en
horas bajas y que se ha visto obligada a aceptar este empleo. Ella les contará
algunos cotilleos de la prensa rosa y les pondrá firmes en cuanto a
indumentaria y modales.
Tras la entrevista con el Sr. Pestolazzi, que Ñampira narra en un monólogo
impecable y de la que el primero dará cuenta en su momento, apareció por allí
Don Alcanfor, modisto y decorador, ofreciendo sus servicios, incluso antes de
ser firmado el contrato laboral.
Pero antes de contarles lo segundo, Ñampira les hablará de lo primero:
“Si, buenas, don sr Pestolazzi... Soy Ñampira... ¿Se acuerda de don mr
Brunelli?... Exacto, el mismo. Todo buena gente el man... Ah no, pues venía por
lo de la recomendación (ahora se va a hacer el loco este man)... ¿se acuerda
que la noche de la inauguración él lo llamó para recomendarle a una pelaa para
el aseo? Pues todo bien. La pelaa soy yo... ¿El Presuuuu qué?... ¿y qué es esa
vaina de presupuesto?... Ah no. Por el dinero no se preocupe (que yo eso me lo
arreglo en el trabajo). Con que pueda dormir y comer aquí, todo bien...
entonces ¿si me da el trabajo?... ¿Gobernanta qué?... ¿y esa vaina qué es?...
¡uy! ¡Yo encargada de todo el personal de servicio¡ (ufa, lo máximo que me han
encargado es encabezar la robada de unos repuestos a un carro jajaja) ¡claro
don sr Pestolazzi! Listo, va pa’ esa... Todo bien, que su hotel le quedará como
un espejito... si claro, bien limpio (jejeje)... No se preocupe don sr
Pestolazzi que no se arrepentirá de su decisión... Muchas gracias por todo
¿oye?... Listo jefe, ahí nos vidrios. Digo. Hasta después Jefe... ya no le
ocupo mas tiempo... suerte es que le digo... chaos”. Costó un poco convencerla
de que aceptara semejante responsabilidad, y más que el sueldo no la pareciera
descomunal. Pero una vez firmado el contrato Pestolazzi insistió en reformar la
primera planta, para hacer un hueco al despacho vivienda. Ñampira insistió en
que no fuera lujoso o se iba a donde pudiera estar a gusto. Lo que iba a ser
enorme vivienda quedó en una especie de garaje desnudo, tal como se ve en
algunas películas, sin tabiques entre salón, dormitorio, cocina y despacho.
A petición de Ñampira, Don Alcanfor instaló en lugar prominente una televisión,
no pantalla plana y de plasma, sino un viejo aparato, en color, desechado por
Pestolazzi hace años. El ínclito decorador lo situó sobre un trozo de columna
clásica del Partenón (a saber cómo la consiguió), como un monumento al dios de
la comunicación, el nuevo Moloch, que devora a sus adoradores. El resto del
despacho-vivienda acabó siendo de una sobriedad espartana. Una mesa camilla,
una herrumbrosa cocinita de gas, para que Ñampira pudiera hacerse sus comidas
(le había dicho a D. Alcanfor que la asustaban un poco los exquisitos platos de
Iñaki) y en un rincón un gran colchón, desnudo sobre el suelo. El excéntrico
decorador le dio unos toques de suciedad artificial, pero había tenido el
detalle de llenarlo con plumas, para que la joven al menos se sintiera cómoda.
Lo que no le dijo a la mujer, que había observado su actuar con encogimiento de
hombres, fue que referido colchón había pasado por las manos del profesor
Cabezaprivilegiada, quien adosó a su tela un número casi infinito de
microchips. Estos se activan con cada movimiento o presión, produciendo
diferentes hologramas, debidos a la maquiavélica imaginación de Don Alcanfor.
Pero esto es una sorpresa. Ñampira no sabe nada de nada. ¿Qué sucederá cuando
la gobernanta-jefa se deje caer sobre él, tras una dura jornada de trabajo?.
Las paredes están grafiteadas de forma bastante surrealista. La explicación
viene de Juanito y sus nuevos amigos, que se colaron en el despacho-vivienda
uando Añil terminó las paredes (no le costó mucho acumular ladrillos) y al ver
las paredes desnudas, propuso a sus coleguillas hacerse con unos sprays de
pintura de diferentes colores y así pasar el rato. Por último Alcanfor diseñó
el uniforme de Ñampira, una especie de túnica en color azul cielo, con
estrellitas. La plaquita de identificación corrió a cargo también del profesor
Cabezaprivilegiada y se trata de un artilugio que ni el propio James Bonde, el
agente 007, hubiera soñado. La dichosa plaquita va a dar mucho que hablar. Pero
no adelantemos acontecimientos.
2006-02-02 21:48:13 |
Muchas Gracias
A. T.
El Arbol Negro-500
2006-02-02 22:36:05
Y yo le pido tambien Doña Ñampira
que no me use mi lima de uñas, y ni se le ocurra sacarme mis perfumes.
En cuanto a mis pinzas de cejas, ¡las tengo bien contadas!
Jean-Pierre Lacoitture-302
Don radamante, espero tambien que no me toque limpiar esas cosas, pero viendo
como se ve el hotel creo que en mas de una habitación encontraré cosas que ni
en los basureros en que escarbaba. Usted no se preocupe, tranquilo, que pa
hacer limpieza estoy y si toca pues toca. Usted sabe, el trabajo manda. Estese
tranquilo que mas tarde paso por su cuarto pa dejarselo como un espejo. Espero
que el hablar de las cosas raras debajo de la cama no sea su caso, pero igual,
a todo se le hace.
Don Arbol Negro, me han dicho que de su habitación salen ruidos y cosas
totalmente raras, desde que no salgan ratas no me le meto, pero si empiezan a
salir alimañas me veré en la obligación de entrar a hacerle la respectiva
limpieza. Usted sabe, tengo que cuidar el aseo y la comodidad de los otros
huespedes y si dejo pasar eso, Don pestolazzi me echa de una. Sin
contemplación. Usted sabe, cosas del trabajo. Asi que cuide su maleza y yo no
me le meto.
Don Jean Pierre tranquilo que poco me sirven perfumes y limas, y mucho menos
pinzas de cejar. La verdad nunca he tenido plata pa comprar esas vainas y no me
han resultado necesarias. Asi que descuide, que lo unico que me llevare de su
cuarto, sera la mugre.
Mengara-409
2006-02-03 13:13:40
Doña Mengara no se habia ni siquiera presentado y ya se robo mis palabras. Pero
bueno. Sobra decir que las palabras con que habló esta loca de la Mengara, son
mias y de nadie mas.
Y aprovechando el momento quiero presentarles a mi nueva colaboradora: la
Mengara, que al igual que yo estará disponible para cualquier urgencia de
índole aseo que se les presente. Ojo con ella que es mi protegida, es toda
bella la china, asi que me la cuidan y no me la miran mal ¿oyen?
Ahi nos vemos y sigo a sus servicios.
Ñampira-909
Juar juar juar, señorita Ñampira, no tenia por que corretearme con la escoba en
la mano, eso que hice no es nada comparado con lo que haré en cuanto llegue mi
amigazo del alma.
Rodrigo Norrea-602
Más si necesita entrar, que sea solamente con mi consentimiento, hay cosas muy valiosas que no quisiera ver hechas añicos.
A. T.
Deme rezones: No sea cosa que la Melagra me la haya sacado como "curiosidad".
Si no me da razones en 3 dias, lo lamento, pero tendré que informar al señor Pestolazzi!
Jean-Pierre Lacoitture-302
No Ñampirita, usted sabe que yo no me meto con las cosas de nadie. Señor Jean
Pierre, disculpeme usted, pero cuando entré a su cuarto esta mañana su muñeca
estaba allí, yo sólo llegue con mi trapito, la limpié porque ví que le faltaba
aseito y me fui dejandole todo en su lugar. Señor Jean Pierre, creame. No le
llene la cabeza al señor Pestolazzi de dudas en contra mia. Fijese bien, de
pronto la guardó en otro lado y no se acuerda, o de pronto se la prestó a
alguien. Fijese bien, señor Jean Pierre. No me haga ese daño. Yo necesito el
trabajo.
Ñampirita, presteme el inhalador, por favor. ¡Ay Dios!.
Mengara-409
2006-02-04 18:53:41
Mire Rodrigo, usted me cae bien pelao, pa que, ¿pero pille que lo que hace no
ve que me perjudica es a mi? pero todo bien que si a usted no le importa mi
mal, tampoco me importara seguirle dando de escobazos cada vez que ocurra algo
semejante. Y eso que me ha cogido de buenas, parce. Y yo que lo tenía a usted
en alta estima. No mas es que lleguen sus amigos para diversión de mi escoba
que resiste a varios.
Don Arbol Negro, no se preocupe que mientras todo este bien en su cuarto no me
le meteré. Eso si, la Mengara tiene orden de limpiar absolutamente todos los
cuartos... emm, claro que no se preocupe, que esa con lo miedosa que es no se
le arrima por sus lares. Aunque conociendo lo timido que es usted y lo recatada
que es ella, yo creo que se la llevarian hasta bien.
Don Jean Pierre, yo sólo le he sacado la mugre. Pero hablaré con la Mengara a
ver que fue lo que paso por ahí. No se preocupe que si no la tiene ella, y como
por supuesto no la tengo yo, eso fue que otra persona se la vino
"bajando". Y ahi si tocaria que viera entre sus amistades a ver a
quien le podria interesar su muñeca. Puede ser que a alguien que le guste
guardar cosas raras debajo de la cama. Quien sabe ¿no? yo solo digo.
Ñampira-909
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