Archivos de documentación del viejo Hotel de los Disparates para los participantes en el taller.
domingo, 13 de febrero de 2011
Las cocinas de Iñaki Lizorno
La cocina de la señorita Gas e Iñaki Lizorno
Iñaki no padece de claustrofobia, de otra manera no habría podido aguantar una vida abnegada, dedicado al noble y exquisito arte culinario. Desde cuartuchos de trastiendas a sótanos infectos, Lizorno ha pasado por casi todo. De ahí que las cocinas del hotel de los disparates, aunque situadas también en los sótanos, poseen todas las comodidades modernas y su extensión haría posible jugar un partido de futbol, entre cacerolas y sartenes.
En el centro mismo aparece un gran rectángulo, con más de dos docenas de fuegos, de gas, vitrocerámicas y hasta fuegos alimentados con leña, para cocinar los platos preferidos de su infancia. Un hotel tan grande y lujoso (con muchos huéspedes y más que podrían venir y acaso vengan) requiere de unas enormes cocinas un chef de primera y ayudantes, pinches, lavaplatos y toda clase de artilugios para la cocina postmoderna de fusión. En esto ha colaborado el profesor Cabezaprivilegiada, a cambio de un cheque en blanco del Sr. Pestolazzi. Por lo visto quiere desaparecer del hotel o caso de quedarse contratar a un asesino a sueldo, para que se cargue a los agentes de la TIA.
La señorita Gas apareció por la cocina una mañana, anunciando que se sentía desfallecida y necesitaba un tentempié. Iñaki la agasajó de tal forma que ella se sintió obligada a darle un par de recetas picantes mexicanas, algo que chifla a Iñaki. El pasearse por las cocinas se convirtió en una costumbre. Iñaki le propuso entonces convertirse en chef de cocina, con su misma categoría y bien pagada por Pestolazzi o en otro caso en una visitante privilegiada, provista de una tarjeta con microchip, para acceso a las cocinas. Y esto requiere una explicación: las cocinas están dotadas con medidas de seguridad, para que ningún extraño tenga acceso. Esto se debe a que Iñaki teme el espionaje industrial de otros chefs, que envidian su cocina de fusión.
Personal: Hay unos doce pinches, que se dedican a tareas menores, como cortar patatas, lavar ensaladas, picar ingredientes, etc. Como ayudantes solo tiene a su yerno, casado con su hija y ahora chef de prestigio, promotor de la cocina integral. Hay informáticos y técnicos de mantenimiento para los numerosos artilugios electrónicos.
Iñaki acompañó a la Srta. Gas al despacho de Pestolazzi, donde éste se deshizo en cumplidos y dio toda clase de facilidades. Iñaki, antes de la entrevista introdujo su cabeza en una olla de bacalao al pil pil y estuvo allí hasta que las fosas nasales se le hincharon. Luego roció su impoluto uniforme blanco de salsa, para combatir el olor apestoso de Pestolazzi.
La Srta. Gas e Iñaki han proyectado cursos de cocina internacional, postmoderna, de fusión y van a proponer a una conocida cadena de tv, Radio Caracol, un programa en directo. En él invita a los mejores chefs del mundo, mexicanos, españoles, franceses, peruanos, japoneses, italianos, etc.
Los huéspedes podrán entrar a las cocinas como espectadores y aportar sus recetas o incluso participar en la elaboración de las mismas en los fogones 7,8,9 y 10. Se importarán los mejores caldos del mundo, desde riojas, borgoñas y vinos californianos. Y se transportarán por vía aérea los productos más exóticos para los paladares más exquisitos del hotel.
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